Así era la curiosa relación de la civilización maya con los eclipses

ANTROPOLOGÍA E HISTORIA.-

Los fenómenos astronómicos definieron la forma en la que se desarrollaron religiosamente los mayas.

Eclipse solar en Chichén Itzá. / Getty Images.

La astronomía fue parte importante de muchas sociedades antiguas. La civilización maya, al sur de México y en alunos países cercanos a la frontera, no es la excepción. Consiguieron crear un calendario sorprendentemente efectivo para así, definir su estilo de vida. Los fenómenos astronómicos como los eclipses, tenían una carga cultural y religiosa importante para los mayas.

De acuerdo con Live Science, la civilización maya fue capaz de predecir fenómenos astronómicos. Además, considerando que hace varios siglos en cielo era más limpio y oscuro, resultaba más sencillo apreciarlos. Así fue como lograron desarrollar un calendario complejo. También construyeron pirámides para, por ejemplo, ubicar temporalmente a los solsticios o equinoccios.

    «Los antiguos mayas fueron posiblemente una de las sociedades observadoras del cielo más destacadas. Como matemáticos consumados, registraron observaciones sistemáticas sobre el movimiento del Sol, los planetas y las estrellas», señala Live Science.

Gracias a algunos registros históricos como el Códice de Dresde, podemos acercarnos a la cultura astronómica de los mayas. Por supuesto, esta no se limitaba a ser una ciencia exacta, sino que tenía un carácter religioso importante. Rastreaban los nodos lunares, predecían los días en los que habría eclipses y después los dotaban de un significado religioso.

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¿Qué representaban los eclipses para la civilización maya?

Hace algunos milenios dos eclipses atravesaron el cielo que observaba la civilización maya en un lapso de seis meses. La intención de predecir estos fenómenos era poder estar prevenidos ante cualquier situación que representara una oportunidad ritual; es decir, como los fenómenos representaban figuras divinas, era común hacer sacrificios o ceremonias mientras ocurrían.

Los atardeceres estaban asociados con la muerte y el deterioro. Esto porque Kinich Ahau, el dios del Sol, viajaba por el inframundo maya (Xibalbá) mientras era de noche. Consecuentemente, la deidad se debilitaba y los mayas sentían la obligación de ayudarlo a sanar. Cuando ocurría un eclipse, creían que Kinich Ahau estaba siendo debilitado por su contraparte y tenían que realizar rituales capaces de recuperarlo.

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Fragmento del Códice de Dresde, fundamental para comprender el calendario maya. / Getty Images

    «La nobleza, especialmente el rey, realizaría sacrificios de sangre, perforando sus cuerpos y recolectando las gotas de sangre para quemarlas como ofrendas al dios del sol. Esta «sangre de reyes» era la forma más alta de sacrificio, destinada a fortalecer a Kinich Ahau», menciona Live Science.

Finalmente, la relevancia de la astronomía para la civilización maya es una muestra más de su complejidad matemática y cultural. Además, revela que -incluso mucho antes de la globalización- los astros marcaron profundamente estilo de vida de distintas sociedades repartidas por todo el mundo.

Por: Iñaki Arriola.

Sitio Fuente: National Geographic en Español