Joseph Black: el químico que descubrió el dióxido de carbono
HISTORIA DE LA CIENCIA.
Joseph Black fue uno de los grandes pioneros de la química moderna. Aunque su nombre no siempre aparece con la misma fuerza que el de otros científicos de su época, sus investigaciones sentaron las bases para disciplinas como la termodinámica, la química de los gases y la medicina. Su vida, marcada por la observación meticulosa y la pasión por el conocimiento, es un ejemplo del espíritu de la Ilustración científica.
Foto: Wikimedia Commons.
Infancia y formación.
Joseph Black nació el 16 de abril de 1728 en Burdeos, Francia, en el seno de una familia de origen escocés dedicada al comercio. A los 12 años se trasladó a Belfast y posteriormente a Escocia, donde ingresó en la Universidad de Glasgow para estudiar medicina. Allí entró en contacto con William Cullen, médico y químico que se convertiría en una de sus grandes influencias.
El descubrimiento del dióxido de carbono.
Uno de los hitos más notables de Joseph Black fue el descubrimiento de lo que él llamó “aire fijo”, conocido hoy como dióxido de carbono (CO₂). En 1754, mientras investigaba la caliza y la magnesia alba (carbonato de magnesio), observó que al calentarlas liberaban un gas con propiedades diferentes al aire común: no soportaba la combustión, era más pesado y no permitía la vida. Este hallazgo no solo fue fundamental para la química, sino también para la geología, la fisiología y la futura industria, ya que explicaba fenómenos como la respiración y la fermentación.
Los estudios sobre el calor.
Además de sus investigaciones sobre los gases, Joseph Black fue pionero en el estudio del calor. Introdujo los conceptos de calor específico y calor latente, que serían esenciales para el desarrollo de la termodinámica y la máquina de vapor, pilares de la Revolución Industrial. Su trabajo influyó directamente en James Watt, inventor de la máquina de vapor moderna, a quien Black apoyó tanto científica como económicamente.
Docencia.
En 1756, Black fue nombrado profesor de anatomía y química en la Universidad de Glasgow, y más tarde, en 1766, profesor de medicina y química en la Universidad de Edimburgo. Sus clases se hicieron muy populares, atrayendo a estudiantes de toda Europa, gracias a su estilo claro y experimental. Murió el 6 de diciembre de 1799 en Edimburgo, dejando un legado científico que aún perdura.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings