EE UU aprueba el uso de cerdos CRISPR para la alimentación

CIENCIAS DE LA SALUD / BIOTECNOLOGÍA. Tiempo de lectura: 6 minutos.-

La mayoría de los cerdos de EE UU están confinados en granjas industriales donde pueden verse afectados por un desagradable virus respiratorio que mata a los lechones. La enfermedad se denomina síndrome respiratorio y reproductivo porcino, o PRRS.

Hace algunos años, una empresa británica llamada Genus se propuso crear cerdos inmunes a este virus mediante la edición genética con CRISPR. No solo lo logró, sino que estos animales están a punto de ingresar a la cadena alimentaria tras recibir esta semana la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA).

Los cerdos se unirán a una lista muy corta de animales modificados genéticamente que se pueden comer. Es una lista corta porque la creación de este tipo de animales es costosa, se enfrenta a barreras normativas y no siempre resulta rentable. Por ejemplo, Estados Unidos tardó unos 20 años en aprobar un salmón transgénico con un gen extra que le permitía crecer más rápido. Pero a principios de este año su creador, AquaBounty, había vendido todas sus piscifactorías y sólo contaba con cuatro empleados, ninguno de ellos dedicado a la venta de pescado.

Desde entonces, las regulaciones se han flexibilizado, especialmente en lo que respecta a la edición genética, una técnica que modifica el propio ADN del animal en lugar de incorporar genes de otra especie, como ocurre con el salmón y muchos cultivos transgénicos.

Lo que es seguro es que el proyecto con los cerdos fue técnicamente impresionante y científicamente ingenioso. Genus editó embriones de cerdo para eliminar el receptor que el virus PRRS utiliza para entrar en las células. Sin receptor, no hay infección.  

Según Matt Culbertson, jefe de operaciones de la Pig Improvement Company, filial de Genus, los cerdos parecen totalmente inmunes a más del 99% de las versiones conocidas del virus del PRRS, aunque hay un subtipo raro que puede traspasar la protección.

Este proyecto es científicamente similar al trabajo de los infames bebés CRISPR nacidos en China en 2018. En ese caso, un científico llamado He Jiankui editó a dos niñas gemelas para que fueran resistentes al VIH, también intentando eliminar un gen receptor cuando solo eran embriones en una placa.

Ese experimento con humanos fue ampliamente criticado, pero el caso de los cerdos es distinto. Las preocupaciones éticas sobre los experimentos son menos graves, y los beneficios de modificar los genomas se pueden medir en dólares y centavos. Se ahorrará mucho dinero si los cerdos son inmunes al virus PRRS, que se propaga con facilidad y causa pérdidas de 300 millones de dólares al año o más solo en EE UU.

En todo el mundo, las proteínas animales proceden principalmente de los pollos, mientras que el cerdo y el vacuno ocupan el segundo y tercer lugar. Según un informe de 2023, los cerdos representan el 34% de toda la carne que se consume. De los mil millones de cerdos que hay en el mundo, aproximadamente la mitad se encuentran en China. Estados Unidos ocupa un segundo lugar por mucha diferencia, con apenas 80 millones de cerdos.  

Recientemente han habido muchas noticias algo absurdas sobre animales genéticamente modificados. Una empresa llamada Colossal Biosciences utilizó la edición genética para modificar lobos de una manera que decía hacerlos parecerse a una especie extinta, el lobo huargo. Y luego está el Proyecto L.A., una iniciativa dirigida por biohackers que afirman que harán conejos que brillen en la oscuridad. Esta misma empresa tiene como meta crear un caballo con cuerno. Así es, un unicornio.

Ambos proyectos tienen más de espectáculo que de utilidad. Pero son demostraciones del creciente poder que tienen los científicos para modificar mamíferos, especialmente gracias a las nuevas herramientas de edición genética combinadas con la secuenciación del ADN, que les permite examinar el ADN de los animales.

Detener los virus es un uso mucho mejor de CRISPR. Y se está investigando cómo hacer para que los cerdos, así como otros animales de granja, sean invulnerables a otras infecciones, incluyendo la fiebre porcina africana y la gripe. Aunque el PRRS no infecta a los humanos, la gripe porcina y la gripe aviar sí pueden hacerlo. Si logramos modificar genéticamente a los rebaños y bandadas para que sean resistentes a estas infecciones, podríamos reducir el riesgo de que se produzca un «salto» de estos virus a los humanos, lo cual podría generar pandemias peligrosas.

Existe la posibilidad de que los cerdos Genus se conviertan en el animal modificado genéticamente más valioso desde el punto de vista financiero jamás creado: el primer producto con CRISPR que llega al sistema alimentario. Tras la aprobación, el valor de las acciones de la empresa subió un par de cientos de millones de dólares en la Bolsa de Londres.

Pero aún queda camino por recorrer antes de que el bacon modificado genéticamente aparezca en las estanterías de Estados Unidos. Según Genus, antes de venderlo a las explotaciones porcinas, debe obtener la aprobación de México, Canadá, Japón y China, que son grandes mercados de exportación de la carne de cerdo estadounidense.

Culbertson afirma que la carne de cerdo modificada genéticamente podría aparecer en el mercado estadounidense el año que viene. Según él, la empresa no cree que las chuletas de cerdo u otras carnes tengan que llevar ninguna etiqueta que las identifique como productos de bioingeniería. «No conocemos ningún requisito de etiquetado», afirma Culbertson.

Por: Antonio Regalado.

Sitio Fuente: MIT Technology Review