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La IA revoluciona el sector del webcómic en Corea del Sur

INTELIGENCIA ARTIFICIAL. Tiempo de lectura: 18 minutos.-

«Mi mente sigue tan lúcida como siempre y mis manos funcionan perfectamente, así que no tengo ningún interés en que la inteligencia artificial me ayude a dibujar o escribir historias», afirma Lee Hyun-se, legendario historietista surcoreano, conocido sobre todo por su serie icónica A Daunting Team.

Un manhwa de 1983 que narra el crecimiento de un grupo de jugadores de béisbol heroicos y marginados. «Aun así, me he aliado con la IA para inmortalizar a mis personajes Kkachi, Umji y Ma Dong-tak».

Al adoptar la IA generativa, Lee está trazando una nueva frontera creativa en la industria surcoreana del webcómic. Desde que las revistas de cómics desaparecieron a principios de siglo, los webcómics  seriados –cómics que se leen de arriba abajo en plataformas digitales- han pasado de ser una subcultura de nicho a una potencia mundial del entretenimiento, que ha atraído a cientos de millones de lectores en todo el mundo. Lee lleva mucho tiempo a la vanguardia, ampliando los límites de su oficio.

Para crear a sus rebeldes vengadores del diamante, Lee se inspiró en los Sammi Superstars, uno de los primeros equipos profesionales de béisbol de Corea del Sur. La historia del equipo, marcada por la perseverancia, logró cautivar a un país oprimido por la dictadura militar. La serie alcanzó un estatus de culto entre los lectores que buscaban una vía creativa de escape frente a la represión política, fascinados por los trazos decididos de Lee y sus composiciones de estilo cinematográfico, que rompían con las convenciones del cómic tradicional.

Kkachi, el protagonista rebelde de A Daunting Team, es un alter ego del propio Lee. Marginado y peleador, con un cabello alborotado e indomable, se convirtió en el favorito del público por su forma de desafiar al mundo con una pasión inquebrantable y una conciencia valiente. A lo largo de los años, ha reaparecido en las obras más emblemáticas de Lee, siempre con una nueva capa de emoción: como guerrero sobrenatural que salva a la Tierra de una invasión alienígena en Armageddon, o como policía renegado que lucha contra una poderosa red criminal en Karon’s Dawn. Con el tiempo, Kkachi se ha consolidado como un verdadero ícono cultural en Corea del Sur.

Pero a Lee le preocupa el futuro de Kkachi. «En Corea del Sur, cuando un autor muere, sus personajes también son enterrados en su tumba», dice, estableciendo contrastes con personajes de cómic estadounidenses perdurables como Superman y Spiderman. Lee ansía la inmortalidad artística. Quiere que sus personajes sigan vivos no sólo en la memoria de los lectores, sino también en sus plataformas de webcómics. «Incluso después de mi muerte, quiero que mis visiones del mundo y mis personajes se comuniquen y resuenen con la gente de una nueva era», afirma. «Ése es el tipo de inmortalidad que quiero».

Lee cree que la IA puede ayudarle a hacer realidad su visión. En colaboración con Jaedam Media, una empresa de producción de cómics por internet con sede en Seúl, desarrolló el «modelo Lee Hyun-se AI» perfeccionando el generador artístico de IA de código abierto Stable Diffusion, creado por la start-up británica Stability AI. Utilizando un conjunto de datos de 5.000 volúmenes de cómics que ha publicado a lo largo de 46 años, el modelo resultante genera cómics con su estilo característico.  

Este año, Lee se prepara para publicar su primer webcómic asistido por IA, una adaptación de su manhwa de 1994 Karon’s Dawn. Los Guionistas de Jaedam Media están adaptando la historia a un drama policial moderno, protagonizado por Kkachi como agente de policía en el Seúl actual, y su interés amoroso, Umji, como una intrépida fiscal. El arte corre a cargo de estudiantes de la Universidad Sejong, donde Lee da clases de cómic, quienes lo están desarrollando con ayuda de un modelo de IA entrenado con sus propios dibujos.

El proceso creativo se desarrolla en varias fases. En primer lugar, el modelo de IA de Lee genera ilustraciones a partir de indicaciones de texto e imágenes de referencia, como modelos anatómicos en 3D y bocetos dibujados a mano que proporcionan indicaciones para diferentes movimientos y gestos. A continuación, los estudiantes de Lee seleccionan y editan las ilustraciones, ajustando las poses de los personajes, adaptando sus expresiones faciales e integrándolas en composiciones caricaturescas que la IA no puede diseñar. Tras muchas rondas de refinamiento y regeneración, Lee interviene para orquestar el producto final, añadiendo su distintivo toque artístico.

"Las empresas de inteligencia artificial imaginan un futuro en el que los artistas podrán automatizar las tareas más mecánicas del dibujo y concentrar su energía creativa en la narrativa y la dirección artística".

«Bajo mi dirección, un personaje puede mirar con ojos tristes incluso está enfadado o con ojos feroces cuando está contento», dice. «Es una expresión subversiva, un matiz que la IA se esfuerza por captar. Esos detalles delicados tengo que dirigirlos yo«.

El objetivo final de Lee es desarrollar un sistema de inteligencia artificial que refleje su enfoque minucioso para retratar las expresiones humanas. La gran ambición de su proyecto experimental con IA es crear un «agente simulado de Lee Hyun-se«: una generación avanzada de su modelo que replique su mente creativa. Este modelo se entrenaría con archivos digitales de sus ensayos, entrevistas y textos extraídos de sus cómics—material que fue parte de una exposición en la Biblioteca Nacional de Corea el año pasado—para codificar su filosofía, personalidad y valores. «A la IA le llevará mucho tiempo asimilar mis múltiples visiones del mundo, porque he publicado una cantidad enorme de obras», afirma.

El clon digital de Lee generaría nuevos cómics con su intuición artística, percibiendo su entorno y tomando decisiones creativas como lo haría él, quizá incluso publicando una serie en un futuro lejano protagonizada por Kkachi como protagonista poshumano. «Dentro de cincuenta años, ¿qué tipo de cómics crearía Lee Hyun-se si viera el mundo entonces?«. pregunta Lee. «La pregunta me fascina.»

La búsqueda de Lee por dejar un legado artístico duradero forma parte de una evolución creativa más amplia impulsada por la tecnología. Desde su aparición, los webcómics han transformado el arte de contar historias, ofreciendo un lienzo digital infinito que integra música, animación y elementos visuales interactivos, potenciados además por herramientas como los programas de coloreado automático. La incorporación de la inteligencia artificial está impulsando una nueva ola de innovación. Sin embargo, aunque abre la puerta a nuevas posibilidades creativas, también alimenta inquietudes sobre la autoría y el papel del artista.

El año pasado, la empresa surcoreana Onoma AI, que toma su nombre de la palabra griega que significa «nombre» (una señal de su ambición por redefinir la narrativa creativa), lanzó un generador de webcómics basado en IA llamado TooToon. El programa permite a los usuarios crear sinopsis, personajes y guiones gráficos con sencillas instrucciones de texto y convertir bocetos en ilustraciones pulidas que reflejen su estilo artístico personal. TooToon afirma que agiliza el laborioso proceso creativo reduciendo el tiempo de producción entre el desarrollo del concepto y el arte lineal de seis meses a sólo dos semanas.

Empresas como Onoma AI defienden la idea de que la IA puede ayudar a cualquiera a ser artista, aunque no sepa dibujar o no pueda permitirse contratar a un ejército de ayudantes para seguir el ritmo de las demandas de producción de la industria.  En su visión, los artistas se convertirían en directores de sus propios estudios en solitario impulsados por la IA, automatizando el trabajo pesado de dibujar y canalizando su energía creativa hacia la narración y la dirección artística. Según ellos, este avance en la productividad ayudaría a los artistas a generar ideas más experimentales, asumir producciones a gran escala y desbaratar los monopolios de los estudios que dominan el mercado.

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Oh Hye-Seong es el protagonista de «Karon’s Dawn», una serie de cómics web asistida por el dibujante surcoreano Lee Hyun-SE, que se lanzará a finales de este año. Cortesía del editor

«La IA ampliaría el ecosistema del webcómic«, afirma Song Min, fundador y consejero delegado de Onoma AI. Song describe el sector en Corea del Sur como una «pirámide»: plataformas potentes como Naver Webtoon y Kakao Webtoon en la cima, seguidas de grandes estudios, donde los artistas colaboran para producir webcómics en masa. «El resto de los artistas, los que están fuera del sistema de estudios, no pueden crear solos», explica. «La IA permitiría a más artistas surgir como artistas independientes».

El año pasado, Onoma AI se asoció con un grupo de jóvenes artistas de webcómics para crear Tarot: A Tale of Seven Pages, un thriller de misterio que desvela los destinos retorcidos de un grupo de extraños que ha sido maldito por una mano de cartas del tarot. A través de estas colaboraciones, Song utiliza los comentarios de los artistas para perfeccionar TooToon. Sin embargo, incluso siendo un defensor del arte generado por IA, se cuestiona si es «algo bueno que la IA sea perfecta». Así como los ingenieros deben seguir programando para perfeccionar sus habilidades, se pregunta si la IA debería dejar espacio para que los artistas sigan dibujando y cultiven su oficio.

«La IA es una fuerza imparable, pero por ahora, los grandes obstáculos están en la percepción de los artistas y los derechos de autor«, afirma.

Onoma AI creó Illustrious, el gran modelo lingüístico de TooToon, ajustando Stable Diffusion al conjunto de datos Danbooru2023, un banco público de imágenes de dibujos animados. Pero Stable Diffusion, junto a otros populares generadores de imágenes basados en el modelo, ha sido criticado por extraer indiscriminadamente imágenes de internet, lo que ha desencadenado un aluvión de demandas por infracción de derechos de autor. A su vez, los generadores de cómics web se enfrentan a una intensa reacción de los artistas, que temen que los programas se estén formando sobre su arte sin su consentimiento.

«¿Se puede crear sin alma? ¿Quién sabe?».

A medida que las empresas cierran sus datos de entrenamiento, artistas y lectores han lanzado una campaña digital para boicotear los webcómics generados por IA. En mayo de 2023, los lectores bombardearon The Knight King Returns with the Gods en Naver Webtoon con valoraciones bajísimas tras descubrir que se había utilizado IA para refinar partes de la ilustración. Al mes siguiente, los artistas inundaron la plataforma con mensajes anónimos en protesta por los «cómics web creados con IA robada», criticando duramente la política de contratos de Naver que exige a los artistas que publican en la plataforma que consientan que sus obras se utilicen como datos de entrenamiento de IA.

Para zanjar el conflicto, la Comisión de Derechos de Autor de Corea publicó en diciembre de 2023 una serie de directrices  en las que instaba a los desarrolladores de IA a obtener el permiso de los titulares de los derechos de autor antes de utilizar sus obras como datos de entrenamiento; a explicar la finalidad, el alcance y la duración del uso; y a ofrecer una compensación justa. Un año más tarde, en medio de las crecientes peticiones de las empresas de IA para acceder a más datos, el gobierno surcoreano propuso crear una exención a las leyes de derechos de autor que permitiría entrenar modelos de IA en obras protegidas por derechos de autor bajo la doctrina de uso justo . Pero ninguna ley o reglamento ha establecido aún un marco jurídico claro, lo que deja a los artistas en el limbo.

Mientras que artistas veteranos como Lee aceptan la tecnología como una herramienta para ampliar su legado, cediendo de todo corazón su propiedad intelectual a la IA, los artistas más jóvenes la ven como una amenaza. Temen que la IA les robe sus obras y, lo que es más importante, su identidad como artistas.

«Dibujar es lo más difícil y al mismo tiempo lo más divertido de hacer cómics«, dice Park So-won, una joven dibujante de cómics web que vive en Seúl. Park creció soñando con ser dibujante, viendo a su madre, animadora, dar vida a los personajes. Tras años de malabarismos como ayudante artística en un estudio de cómics web, interrumpidos por un breve paréntesis creativo, dio el salto a la plataforma Lezhin Comics con Legs That Won’t Walk, un romance noir queer sobre un boxeador que se enamora de un usurero que le persigue por la deuda de su padre alcohólico.

Como artista independiente, Park trabaja sin descanso. Publica un nuevo episodio cada 10 días, a menudo trasnochando para producir hasta 80 cortes de dibujo, incluso con la ayuda de asistentes que se encargan del arte de fondo y el coloreado. A veces se implica tanto en lo que hace que puede trabajar 30 horas seguidas sin descanso.

Aun así, Park no se imagina subcontratando a la IA sus dibujos, que considera el corazón de sus cómics. «El quid de un cómic, por muy importante que sea la historia, es el dibujo. Si la historia estuviera escrita con palabras, la gente no la leería, ¿verdad? La historia es sólo un pensamiento, la ejecución es el dibujo», afirma. «La gramática del cómic es el dibujo». Entregar sus dibujos significaría renunciar a su capacidad artística.

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Una viñeta de “Un equipo imponente”, un manhwa de béisbol de 1983 creado por Lee Hyun-se.

Park cree que el arte algorítmico carece de alma, como «objetos que existen en el vacío», y no le preocupa que la IA pueda dibujar mejor que ella. Sus dibujos han evolucionado a lo largo de los años, moldeados por su cambiante visión del mundo y abriendo nuevos caminos creativos con el tiempo, una progresión artística que, en su opinión, un algoritmo entrenado para emular obras existentes nunca podría lograr. «Seguiré trazando nuevos territorios como artista, mientras que la IA seguirá igual», afirma.

Para Park, el arte es un capricho supremo: «He llegado hasta aquí porque me encanta dibujar. Si la AI me quitara lo que más me gusta hacer en el mundo, ¿qué haría?»

Sin embargo, otros dibujantes, cuyo punto fuerte es la narrativa, acogen con satisfacción la innovación. Bae Jin-soo era un aspirante a guionista antes de debutar como artista en la página de cómics amateur de Naver Webtoon en 2010. Para convertir su guion en un cómic, Bae aprendió a dibujar fotografiando distintas composiciones y calcándolas en papel. «No sé dibujar, así que apostaré por mi escritura», pensó.

Después del éxito de su serie debut Friday: Forbidden Tales, Bae saltó a la fama con su trilogía Money Game, Pie Game y Funny Game: thrillers psicológicos inteligentes, llenos de giros inesperados y tramas ingeniosas que invitan a reflexionar. Todas giran en torno a un grupo de concursantes que participan en juegos excéntricos por un premio en efectivo. Su popularidad llegó al punto de inspirar una adaptación de Netflix: The 8 Show.

«Todavía tengo muchísimas historias que quiero contar», dice Bae. Escritor prolífico, lleva siempre en el bolsillo una libreta donde anota nuevas ideas: tramas que rompen géneros y van desde el horror y la política hasta la comedia negra. Pero su mente va más rápido que su mano, y dar vida a todas esas ideas requeriría encargar a un estudio la realización de las ilustraciones. Para Bae, un generador de webtoons impulsado por IA podría ser un antes y un después: «Si la IA pudiera encargarse del arte, crearía una cantidad infinita de cómics«, asegura.

Bae también está ansioso por explorar la IA como «batería de reserva para ideas de historias», como un asistente de escritor. Aun así, para mantenerse firme como artista, planea profundizar en su imaginación para generar ideas originales y experimentales que no puedan encontrarse en ningún otro sitio. «Ese es el terreno de los creadores humanos», afirma. Aun así, Bae se pregunta si su propia ventaja creativa se iría erosionando poco a poco con una amplia colaboración con la IA: «¿Empezarían a desvanecerse mis propios colores?».

Mientras tanto, los estudiantes de cómic de la Universidad Sejong de Seúl (Corea del Sur) aprenden a integrar la IA en sus herramientas. Los artistas emergentes se están formando como «programadores creativos«: convierten viñetas de cómics en conjuntos de datos mediante una minuciosa anotación del contenido, y también como ingenieros de prompts capaces de guiar a la IA para generar personajes que se ajusten a su sensibilidad estética.

«La creatividad requiere tiempo para reflexionar y contemplar el trabajo», afirma Han Chang-wan, profesor de cómic y animación de la Universidad de Sejong, que imparte clases sobre webcómics generados por IA. Han afirma que eso es lo que la IA proporcionará a sus alumnos: tiempo para «crear personajes más diversos, tramas más caleidoscópicas y géneros más eclécticos» que desafíen la fórmula de los cómics producidos en masa por los estudios. En última instancia, espera, «llegarán a un público totalmente nuevo».

Mientras los artistas se adentran en este futuro desconocido, la IA generativa plantea profundos interrogantes sobre los poderes de la creatividad. «La IA podría ser un asistente técnico para los artistas«, afirma Shin Il-sook, presidenta de la Asociación de Dibujantes de Corea y reconocida dibujante de la novela romántica de fantasía histórica The Four Daughters of Armian, que narra la historia de una valiente princesa exiliada de un reino matriarcal que se embarca en un viaje de supervivencia y autodescubrimiento a través de la guerra, el amor y las batallas por el poder político. Aun así, se pregunta si la IA puede ser realmente una compañera creativa.  

«La creatividad consiste en hacer algo que nunca se haya visto, impulsado por el deseo de compartirlo con otros”, dice Shin. «Está profundamente ligada a la experiencia humana y a sus sufrimientos. Por eso, un artista que ha atravesado el dolor de la vida y ha perfeccionado su oficio crea obras realmente extraordinarias «, agrega. «¿Se puede crear sin alma? Quién sabe».

Por: Michelle Kim. Es periodista independiente y abogada residente en Seúl.

Sitio Fuente: MIT Technology Review