Crean el primer ordenador que integra neuronas humanas en una estructura de silicio
CIENCIAS DE LA SALUD Y TECNOLOGÍA.
El dispositivo emplea neuronas humanas obtenidas a partir de células sanguíneas reprogramadas a células madre pluripotentes inducidas, que luego se diferencian en neuronas.
Una start-up de Melbourne ha lanzado el primer "ordenador biológica comercial" con neuronas en un chip. / Crédito: Cortical Labs.
El primer ordenador del mundo que combina el cerebro humano con el silicio ahora está disponible: CL1 integra neuronas humanas con un chip de silicio y podría usarse en el modelado de enfermedades y el descubrimiento de fármacos, antes de que expire después de seis meses.
Cortical Labs, una startup australiana con sede en Melbourne, ha presentado el CL1, el primer ordenador biológico comercial que integra neuronas humanas cultivadas en laboratorio sobre un chip de silicio. Este dispositivo, del tamaño aproximado de una caja de zapatos, se ofrece tanto en formato físico como en la nube, según informa ABC.
Gracias a un consumo energético extremadamente bajo y a la capacidad de aprendizaje rápido de las neuronas, CL1 promete aplicaciones en investigación biomédica, descubrimiento de fármacos y, en el futuro, en Inteligencia Artificial (IA) biológica. La idea es aprovechar neuronas reales para explorar los mecanismos fundamentales de la inteligencia, según un artículo publicado en Medium.
Seis meses de vida útil.
Vale destacar que CL1 utiliza neuronas humanas obtenidas a partir de células sanguíneas reprogramadas a células madre pluripotentes inducidas, que posteriormente se especializan en neuronas, como explica Cortical Labs. Estas células se distribuyen sobre un chip de silicio especialmente diseñado, donde forman redes neuronales 2D capaces de comunicarse mediante impulsos eléctricos.
El sistema incluye un soporte vital interno, que mantiene las condiciones óptimas de temperatura, nutrientes y eliminación de desechos durante un máximo de seis meses. CL1 opera como un sistema de bucle cerrado, donde las neuronas reciben estímulos codificados y experimentan retroalimentación basada en aciertos o errores.
Un experimento emblemático mostró que un prototipo llamado “DishBrain” aprendió a jugar Pong en tan solo cinco minutos, superando sistemas sin feedback neuronal. A diferencia de los modelos de IA tradicionales, que consumen megavatios de energía, CL1 apenas requiere unos pocos vatios, transformándose en una opción más sostenible. Además, las neuronas pueden inferir patrones complejos a partir de cantidades mínimas de datos, una ventaja en estudios de neurociencia y farmacología.
¿Consciencia artificial?
Las aplicaciones inmediatas de CL1 incluyen el modelado de enfermedades neurodegenerativas, la evaluación de la eficacia y toxicidad de nuevos fármacos, y la investigación de los procesos de formación cerebral. La empresa planea expandir la oferta mediante Cortical Cloud, permitiendo el acceso remoto a neuronas vivas desde cualquier parte del mundo.
Sin embargo, el uso de neuronas humanas en sistemas informáticos ha suscitado debates sobre posibles niveles de consciencia artificial o grados de "dolor" experimentados por estos sistemas. Hasta ahora, los expertos coinciden en que los dispositivos actuales son demasiado primitivos para experimentar dolor o consciencia real.
Con un precio inicial estimado en 35.000 dólares, CL1 se perfila como una herramienta clave para laboratorios académicos y empresas de biotecnología. A medida que mejore la estabilidad y longevidad de las redes neuronales, podrían concretarse avances en robótica, Inteligencia Artificial (IA) híbrida y simulaciones cerebrales altamente precisas.
Por: Redacción T21.
Sitio Fuente: Levante / Tendencias21