Beber agua contaminada: consecuencias para la salud y cómo prevenirlas

CUIDADO DE LA SALUD.-

El acceso al agua potable es un derecho humano básico, pero aún hoy, millones de personas en el mundo consumen agua contaminada o en mal estado sin saberlo.

Las consecuencias pueden ser devastadoras para la salud humana, desde enfermedades gastrointestinales leves hasta afecciones crónicas o incluso mortales.

¿Qué significa que el agua esté contaminada?

El agua se considera contaminada cuando contiene agentes químicos, biológicos o físicos que superan los niveles seguros establecidos por organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta contaminación puede ser consecuencia de desechos industriales, agrícolas, aguas residuales sin tratar, filtraciones de pesticidas o descomposición de materia orgánica.

Principales contaminantes del agua.

- Microorganismos patógenos: Bacterias (como E. coli, Salmonella), virus (como el norovirus) y protozoos (como Giardia lamblia) son causantes de enfermedades gastrointestinales.

- Metales pesados: El arsénico, el plomo y el mercurio pueden estar presentes por contaminación industrial o geológica. Su acumulación es tóxica y puede provocar daños neurológicos y renales.

- Sustancias químicas: Fertilizantes, pesticidas y productos farmacéuticos pueden filtrarse al agua. Su ingestión prolongada está relacionada con trastornos hormonales y riesgo de cáncer.

- Contaminación por nitratos: Especialmente peligrosa para bebés, puede provocar una alteración conocida como "síndrome del bebé azul".

Consecuencias de beber agua contaminada.

Las enfermedades causadas por agua contaminada representan una de las principales causas de morbilidad en países en desarrollo. Entre las afecciones más comunes se encuentran:

- Diarrea aguda y deshidratación: Provocadas por bacterias y virus presentes en el agua. Son responsables de cientos de miles de muertes anuales, especialmente en niños menores de cinco años.

- Infecciones parasitarias: Como giardiasis o amebiasis, que pueden volverse crónicas y afectar la absorción de nutrientes.

- Hepatitis A y E: De origen viral, se transmiten por ingestión de agua fecalmente contaminada.

- Cáncer y daños neurológicos: La exposición prolongada a metales pesados o productos químicos tóxicos puede causar enfermedades crónicas, incluyendo distintos tipos de cáncer, daño al sistema nervioso central y problemas reproductivos.

Cómo prevenir el consumo de agua contaminada.

- Hervir el agua: Matarás la mayoría de bacterias, virus y protozoos si hierves el agua durante al menos un minuto.

- Filtración doméstica: Utilizar filtros certificados puede reducir significativamente la presencia de contaminantes.

- Tabletas o gotas purificadoras: Ideales en situaciones de emergencia o viajes, especialmente en zonas rurales o de baja infraestructura.

- Revisión periódica del agua de pozo: Si se utiliza agua subterránea, es fundamental hacer análisis químicos y microbiológicos regularmente.

- Almacenamiento seguro: Mantener el agua potable en recipientes limpios, cerrados y libres de exposición a fuentes de contaminación.

La importancia de una acción global.

Según la ONU, más de 2.000 millones de personas carecen de acceso a agua potable gestionada de forma segura. Las inversiones en infraestructura hídrica, saneamiento y educación sanitaria son claves para reducir estas cifras. También es vital la vigilancia continua por parte de autoridades locales y la concienciación individual sobre el impacto del agua en nuestra salud.

El consumo de agua en mal estado no es solo un problema de países pobres. Puede afectar a cualquier comunidad si no se toman las medidas adecuadas. Asegurarse de beber agua segura es una inversión directa en salud y bienestar. Con conocimiento, prevención y acción colectiva, es posible garantizar el acceso a agua potable para todos.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings