Una mosca carnívora amenaza a los animales y a los humanos en América

CIENCIAS DE LA VIDA / PARASITOLOGÍA.-

El insecto posee una gran capacidad de adaptación: se propaga rápidamente y puede generar lesiones de gravedad.

Ejemplar de Cochliomyia hominivorax. / Crédito: Wikimedia Commons.

Una mosca parásita carnívora está invadiendo América del Norte y Central. Las consecuencias podrían ser graves para la industria ganadera, pero además puede infestar a una amplia gama de huéspedes, incluidos los humanos y sus mascotas.

La aparición de una mosca carnívora, conocida comúnmente como “gusano de tornillo” (New World screwworm), en territorios de América Central y avanzando hacia América del Norte, ha encendido las alarmas de ganaderos y autoridades sanitarias. Este díptero parásito (Cochliomyia hominivorax) cuyas larvas se alimentan de tejido vivo, es capaz de infestar ganado, fauna silvestre, mascotas e incluso humanos. 

La propagación de esta plaga ya obligó a suspender temporalmente la importación de ganado desde México hacia Estados Unidos, mientras los expertos están pidiendo acciones de contención inmediatas, según informa Reuters. 

Rápida propagación y pérdidas económicas.

En concreto, las hembras de Cochliomyia hominivorax depositan entre 100 y 400 huevos en la periferia de heridas abiertas de sus víctimas. Entre 12 y 21 horas después emergen las larvas, que se introducen en la carne viva y generan lesiones profundas y dolorosas. Si no son tratadas a tiempo, pueden derivar en infecciones sistémicas e incluso ser letales.

Los ejemplares adultos de este insecto viven dos o tres semanas: mientras los machos se alimentan de néctar, las hembras buscan activamente fluidos de heridas para nutrirse y reproducirse, algo que facilita su dispersión a grandes distancias. El avance de la mosca carnívora se ha documentado desde Panamá hacia el norte de América Latina, alcanzando en noviembre de 2024 los estados mexicanos de Oaxaca y Veracruz. 

A partir de ese momento, la mosca ha seguido moviéndose hacia el norte, con detecciones recientes cada vez más cerca de la frontera sur de Estados Unidos. La climatología cálida y húmeda de América Central y el sur de México ofrece un hábitat óptimo para el desarrollo de las larvas.

De acuerdo a un artículo publicado en The Conversation por científicos de la Universidad de Liverpool, en el Reino Unido, y otras instituciones británicas y brasileñas, las pérdidas económicas potenciales son considerables: se estima que un solo brote sin control podría acabar con millones de cabezas de ganado, afectando la producción de carne y lácteos y disparando los costes de tratamiento veterinario. 

Consecuencias en animales y humanos.

En años anteriores, brotes en México ya causaron cierres temporales de mercados de exportación y pérdidas millonarias para granjeros locales. Además, los animales de compañía no están exentos: perros y gatos con heridas abiertas pueden convertirse en víctimas.

Por otro lado, aunque los casos humanos son menos frecuentes, no son imposibles. Existen reportes de infestaciones en trabajadores rurales y turistas con lesiones que requieren intervención quirúrgica para extraer manualmente las larvas y tratamientos antibióticos para prevenir complicaciones, según publica Scientific American. La capacidad invasiva de esta mosca, unida a su preferencia por tejidos vivos, la convierte en un riesgo para la salud pública en zonas rurales.

Frente a esta amenaza, Estados Unidos y México han reactivado la técnica del Insecto Estéril (TIE), empleada en casos previos. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) anunció la construcción de una planta de producción y liberación de moscas estériles en Hidalgo County, Texas, mientras se moderniza una instalación similar en Metapa, México. La liberación masiva de machos estériles interfiere en la reproducción de la plaga, reduciendo su población sin el uso de pesticidas tóxicos.

Sin embargo, los especialistas advierten que el éxito de la TIE depende de una rápida coordinación binacional y de la vigilancia continua de focos de infestación. La capacidad de adaptación y la voracidad de la mosca carnívora obligan a adoptar estrategias integrales, que combinen biotecnología, vigilancia epidemiológica y cooperación internacional.

Por: Redacción T21.

Sitio Fuente: Levante / Tendencias21