Las personas con "cerebros jóvenes" viven más

NEUROCIENCIAS.-

Nuestros órganos envejecen a diferentes velocidades, según los investigadores. En ese contexto, el cerebro es el "guardián" de la longevidad.

El cerebro tiene un papel clave en la coordinación de los procesos que determinan la longevidad. / Crédito: David_SMC en Pixabay.

Un análisis de datos obtenidos de casi 45 mil personas demuestra que el envejecimiento biológico de nuestros órganos, medido a partir de firmas proteicas en sangre, puede predecir no solo el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas a cada órgano, sino también la longevidad de las personas. El cerebro parece tener un papel clave en ese escenario, en comparación con otros 10 órganos o sistemas.

"Si tienes un cerebro viejo, tienes una mayor probabilidad de mortalidad. Si tienes un cerebro joven, probablemente vivirás más tiempo”, indica en una nota de prensa el profesor Tony Wyss-Coray, uno de los autores de un nuevo estudio publicado en la revista Nature Medicine y liderado por científicos de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos.

El equipo de investigadores analizó aproximadamente 3.000 proteínas en muestras de sangre de 44.498 voluntarios de entre 40 y 70 años de edad, obtenidas a través del UK Biobank, un proyecto que agrupa datos de 600 mil personas a lo largo de décadas de seguimiento.

Luego de comparar los niveles de proteínas específicas de cada órgano con los promedios ajustados por edad, los científicos generaron un “algoritmo de edad biológica” para once sistemas: cerebro, corazón, pulmones, arterias, hígado, riñones, páncreas, músculo, intestino, tejido adiposo e inmunitario.

El cerebro: el guardián de la longevidad.

Los resultados revelan que el cerebro tiene un papel vital en la predicción de la longevidad. Quienes presentan un “cerebro extremadamente envejecido”, con un promedio claramente inferior en los parámetros estudiados, tienen un riesgo de mortalidad 182% superior al de quienes envejecen de manera convencional o esperada.

Al mismo tiempo, un “cerebro extremadamente joven”, que supera el promedio en los análisis, reduce ese riesgo en un 40% durante un período de seguimiento de hasta 17 años. De esta manera, la reducción en la edad biológica cerebral se asocia con el mayor índice de longevidad entre todos los órganos analizados.

Aunque el envejecimiento acelerado de arterias, corazón o riñones también predice enfermedades cardiovasculares y renales, ningún otro órgano iguala la potencia predictiva del cerebro en términos de longevidad. Además, mientras que acumular órganos “extremadamente envejecidos” aumenta progresivamente el riesgo de muerte, solo la juventud del cerebro y del sistema inmunitario confieren una protección significativa frente a la mortalidad a largo plazo.

Implicaciones para la prevención y los tratamiento.

Este enfoque abre la posibilidad de ensayar intervenciones (farmacológicas, cambios de estilo de vida o suplementos) y medir su impacto directamente sobre la edad biológica de órganos específicos antes de la aparición de síntomas clínicos. Además, la herramienta permite focalizarse en los órganos clave como el cerebro, el corazón y el sistema inmune.

Actualmente limitado a la investigación científica, el método desarrollado por el equipo de Wyss‑Coray podría llegar a comercializar en los próximos años. Este avance sugiere un cambio de paradigma: pasar de la atención médica reactiva a un modelo proactivo, que evalúe de forma continua la salud de cada órgano y anticipe riesgos.

En ese escenario, la identificación temprana de un “cerebro envejecido” permitiría, por ejemplo, iniciar estrategias para retrasar el declive cognitivo o reducir la inflamación sistémica, antes de la manifestación concreta de trastornos neurodegenerativos o cardiovasculares ligados al cerebro y el sistema nervioso.

Por: Pablo Javier Piacente / T21.

Sitio Fuente: Levante / Tendencias21