Haití: niñas y niños al borde del abismo

UNICEF.-

La escalada de inseguridad, el bloqueo de las carreteras y el deterioro del sistema sanitario agravan el frágil estado nutricional de la infancia.

Una niña recibe el tratamiento que necesita para recuperarse de la desnutrición que padece en un centro de salud de Haití. © UNICEF/UN0821025/Meddeb

El alarmante incremento de la violencia armada en algunas zonas de Haití aumenta el riesgo de que la crisis de desnutrición que sufre el país se agrave aún más. Una combinación letal de agitación política, disturbios, violencia, pobreza y desastres naturales, pone en peligro el bienestar y el futuro de los niños y niñas de Haití.

Haití lleva años consecutivos sumido en la violencia, que en los últimos días se ha caracterizado por un nivel sin precedentes de anarquía, violaciones de los derechos humanos, secuestros y un desprecio total por la vida de los niños y sus familias y por los servicios esenciales de los que dependen.

La población haitiana está atrapada entre dos fuegos, los espacios para la infancia se han transformado en campos de batalla, los servicios sociales críticos están al borde del colapso, los puertos y el aeropuerto del país están comprometidos y la respuesta humanitaria en la que millones de niños, niñas y civiles confían como último recurso no fluye.

"La violencia y la inestabilidad en Haití tienen consecuencias que van mucho más allá del riesgo de la propia violencia. La situación está creando una crisis de salud y nutrición infantil que podría costar la vida a innumerables niños y niñas", explica Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.

La crisis de desnutrición en cifras.

Los últimos resultados del análisis de la Clasificación Integrada de las Fases de Seguridad Alimentaria* (CIF) indican un alarmante aumento del 19% en el número de niños que sufren desnutrición aguda grave en Haití, la forma de desnutrición más severa.

Además, tal y como demuestra este análisis, más de 1,6 millones de personas se enfrentan a niveles de emergencia de inseguridad alimentaria aguda (fase 4 de la CIF), lo que aumenta el riesgo para los niños y niñas de sufrir desnutrición y desnutrición aguda, especialmente en 8 zonas del país.

Cientos de miles de niños, niñas y sus familias viven en algunas de las comunas más peligrosas y asediadas. Más de 362.000 personas desesperadas se encuentran desplazadas internamente, y el hambre y la desnutrición potencialmente mortales alcanzan cifras récord en todo el país.

La actual violencia armada en el departamento de Artibonite y en el departamento del Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, ha restringido la entrega de ayuda y ha desmoronado un sistema sanitario ya de por sí frágil, lo que supone una amenaza inminente para la vida de más de 125.000 niños y niñas en riesgo de desnutrición aguda grave.

En este contexto, dos de cada tres niños y niñas haitianos, más de 3 millones, necesitan apoyo humanitario. La cifra más alta registrada en Haití,

La violencia dificulta la entrega de ayuda.

"Miles de niños están al borde del abismo, los suministros que salvan vidas están listos para entregar si cesa la violencia y se abren las carreteras y los hospitales. Esta crisis de desnutrición es de origen totalmente humano. Se necesita urgentemente seguridad básica para la población de Haití, para los servicios vitales de los que depende y para que los trabajadores humanitarios puedan llegar a los niños, las niñas y las familias que lo necesitan desesperadamente", añade Russell.

Desde enero, el deterioro de la situación de seguridad en Haití ha seguido empeorando la crisis humanitaria, con graves consecuencias para la capacidad de UNICEF de almacenar, distribuir y reabastecer de suministros a la población. A principios de este mes, uno de los 17 contenedores de UNICEF fue saqueado en el puerto principal de Puerto Príncipe. El contenedor contenía artículos esenciales para la supervivencia materna, neonatal e infantil.

La continua inseguridad ha dejado operativos sólo dos de cada cinco hospitales en todo el país y sólo uno de cada cuatro centros sanitarios funciona en el departamento de Artibonite, la principal región arrocera del país.

En Puerto Príncipe es prácticamente imposible que los suministros sanitarios y nutricionales lleguen al menos a 58.000 niños y niñas que sufren desnutrición aguda grave. La carretera de Martissant, el único corredor humanitario de Puerto Príncipe a las regiones del sur, sigue bloqueada, lo que deja al borde del desastre a unos 15.000 niños y niñas con desnutrición.

Y la inseguridad que asola gran parte de la capital haitiana está dificultando el transporte y el reabastecimiento de alimentos terapéuticos listos para el consumo, utilizados para tratar a los niños y niñas que sufren desnutrición aguda grave, lo que podría provocar interrupciones en la cadena de suministro y tener graves consecuencias si la situación no cambia.

UNICEF intensifica su trabajo para llegar a la infancia.

A pesar del entorno altamente volátil y los grandes obstáculos, UNICEF aumenta sus esfuerzos para proteger a las familias y proporcionar ese apoyo vital que necesitan, sobre todo para aquellos que están atrapados y aislados de los servicios esenciales.

Estamos colaborando con el gobierno y nuestros aliados en el país para mantener los sistemas y servicios nacionales, regionales y -en las zonas más inseguras- vecinales, de protección de los niños y las familias. Trabajamos en 5 áreas prioritarias en Haití: salud, desnutrición, educación, apoyo psicosocial y reconstrucción de las zonas afectadas por terremotos.

A su vez, desde UNICEF pedimos:

- Que se incrementen los esfuerzos de la comunidad internacional para proteger a los civiles, restablecer la ley y el orden en las calles y garantizar la circulación segura de los trabajadores humanitarios y de los suministros que salvan vidas, incluidos los alimentos terapéuticos listos para el consumo tan necesarios en este momento.
- Que se aumente la financiación inmediata y flexible para satisfacer las necesidades de las personas más vulnerables a medida que evoluciona la situación, garantizando que la ayuda llega a las poblaciones afectadas lo antes posible.
- Que se proteja las escuelas, hospitales y otras infraestructuras críticas de las que dependen los niños, así como los espacios humanitarios.

La situación actual de inseguridad, miedo y privaciones es inaceptable. Pone en peligro el futuro de millones de niños y niñas que no pueden experimentar ninguna forma de normalidad. ¡Ahora es el momento de actuar para salvar y proteger a los niños, niñas y sus familias!

- La Clasificación Integrada de las Fases de Seguridad Alimentaria (CIF) es una innovadora iniciativa mundial destinada a mejorar el análisis de la seguridad alimentaria y la nutrición. La CIF es el resultado y el trabajo de una alianza a escala mundial, regional y nacional. Por lo tanto, se basa en una sólida estructura de gobernanza que reúne a gobiernos, organismos regionales y agencias internacionales y fomenta procesos rigurosos, responsabilidad y resultados basados en el consenso.
Utilizando la clasificación y el enfoque analítico de la CIF, los gobiernos, los organismos de Naciones Unidas, las ONG y otras partes interesadas colaboran para determinar la gravedad y el alcance de las situaciones de inseguridad alimentaria aguda y crónica y de desnutrición aguda en los países, de acuerdo con normas reconocidas internacionalmente.

Sitio Fuente: UNICEF