En México la niñez corre un alto riesgo al viajar en auto: urge regular los Sistemas de Retención Infantil (SRI)

SEGURIDAD VIAL / CUIDADO DE LA INFANCIA.

- 783 niños menores de 14 años fallecieron en siniestros de tránsito en México en 2019, es decir, 2 muertes cada 24 horas.

- Sólo el 28% de los menores entre 0 a 5 años y el 12% de entre 5 a 11 años utilizan un Sistema de Retención Infantil (SRI) en nuestro país.
- En México, 1 de cada 10 lesiones en niñas y niños de 0 a 9 años son por siniestros de tránsito: 75 mil casos al año (Ensanut 2022).
- La ausencia de una NOM que regule los SRI deja abierta la puerta a la comercialización de productos no seguros.

783 niños menores de 14 años murieron en siniestros viales en México En 2019, de acuerdo con cifras del Inegi, es decir, el equivalente a 2 muertes infantiles por día. Además, las lesiones figuran entre las principales causas de discapacidad. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2022), 1 de cada 10 lesiones en menores de 0 a 9 años (75 mil casos anuales) se debe a un siniestro vial.

Frente a este panorama, las organizaciones civiles El Poder del Consumidor, México Unido Libre de Lesiones Infantiles (Munli), Instituto del Sur Urbano, la Coalición Movilidad Segura, Salud Justa y la Cruz Roja Mexicana alertaron por la falta de una Norma Oficial Mexicana (NOM) que regule los Sistemas de Retención Infantil (SRI), permite la venta de productos sin certificación, aumenta el riesgo para bebés, niñas y niños de sufrir lesiones graves o muerte en siniestros viales.

Durante la conferencia de prensa se presentaron los resultados de la investigación “Infancias en riesgo: El gran pendiente de la seguridad vial en México. Por una Norma Oficial Mexicana (NOM) que regule los Sistemas de Retención Infantil (SRI) para proteger a bebés, niñas y niños al viajar en auto”, generada por el Poder del Consumidor y Munli, que analizó 303 modelos de SRI comercializados en línea entre abril y julio 2024.

Los resultados de la investigación, arrojaron que en la mayoría de los SRI analizados se identificó claramente su marca, aunque 14 modelos fueron clasificados como “genéricos”, al carecer de un identificador visible para el consumidor.

El estudio también detectó productos comercializados como «dispositivos de seguridad infantil para el auto» que, técnicamente, no califican como SRI. Estos artículos “no reconocidos”, señala el estudio, no cuentan con información sobre el cumplimiento con alguna certificación y suelen tener un costo inferior a los SRI certificados, lo que genera confusión en el consumidor.

Alma Cruz, técnico certificado en Seguridad del Niño Pasajero (National Highway Traffic Safety Administration y Safe Kids Worldwide) y directora de Munli, resaltó que “al no contar con una regulación efectiva sobre SRI se abre la puerta a productos que no cuentan con una certificación que, en el caso de nuestra investigación, ronda el 16% de los productos, así como a productos que no son compatibles con el parque vehicular de nuestro país”.

Además, señaló que “en los casos en que sí dicen cumplir con una certificación, que es el caso del 84% de los SRI analizados, el consumidor no tiene manera de comprobarlo, es decir, existe un vacío en el proceso de verificación del cumplimiento con alguna regulación, que pone en alto riesgo a los menores”.

Contar con SRI certificados es de vital importancia y una normativa que garantice el cumplimiento de las certificaciones internacionales en materia de SRI lograría que los productos que se adquieren en nuestro país cumplan con requisitos técnicos en su diseño y producción”, concluyó.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del gobierno de los Estados Unidos de América, cuando los SRI están debidamente certificados y se instalan y usan de manera correcta, reducen hasta en un 80% el número de defunciones infantiles. Sin embargo, y a pesar de su efectividad, en México sólo el 28% de menores de 0 a 5 años y el 12% de 5 a 11 años lo utilizan.

Stephan Brodziak, coordinador de Seguridad Vehicular de El Poder del Consumidor, advirtió que “la ausencia de una regulación sobre Sistemas de Retención Infantil coloca a los consumidores en una posición vulnerable, ya que no existe certeza de cuáles son los modelos de SRI que en realidad sí están certificados correctamente, dejándolos sin herramientas confiables de información. Nuestro mercado, sin una regulación, obliga a las familias a informarse por cuenta propia, sin garantías de veracidad ni comparativos fiables”.

“Para garantizar que niñas y niños gocen de su derecho a la movilidad en condiciones de seguridad vial, los padres, madres y tutores, requieren poder ejercer su propio derecho a la información adecuada, clara y suficiente», agregó.

Los SRI analizados presentaron una variación de precios muy amplia, desde los $298 hasta los $22,899 pesos. Sin embargo, el informe revela que en el 95% de los casos, los consumidores pueden adquirir un SRI certificado al mismo precio que uno sin certificación. Esta situación hace muy evidente la necesidad de una normativa que garantice la veracidad de la información proporcionada por los fabricantes a los consumidores.

Los siniestros de tránsito son una de las principales causas de muerte en la niñez. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día fallecen más de 500 niños en siniestros viales (186 mil 300 decesos anuales), situación especialmente alarmante porque las infancias enfrentan más riesgos al viajar en auto: sus cabezas son más blandas, sus cuerpos están en desarrollo y tienen una limitada capacidad de percepción y reacción, lo que los hace más propensos a sufrir traumatismos graves que un adulto en caso de un evento de tránsito.

Areli Carreón, integrante del equipo coordinador de la Coalición Movilidad Segura, señaló que “desde 2022, la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial determinó que los menores deben usar SRI para transportarse en auto, y facultó, entre otras instancias, a la Secretaría de Economía (a través de su Dirección General de Normas) y al Sistema Nacional de Movilidad y Seguridad Vial, para emitir regulaciones y operativos de verificación para los Sistemas de Retención Infantil. Sin embargo, después de casi 3 años, seguimos sin una Norma Oficial Mexicana que especifique los lineamientos para su fabricación, importación y venta”.

Pitichi Rivadeneyra, coordinadora nacional de Prevención de Accidentes en Cruz Roja Mexicana, declaró que “la seguridad vial infantil no puede esperar un día más. No es opcional, es una urgencia. Las niñas y los niños son los más vulnerables en las calles, precisamente porque no tienen la madurez física ni cognitiva para protegerse por sí mismos. Lo más doloroso es que muchas tragedias se podrían evitar. Sabemos cómo hacerlo. Sabemos cómo salvar sus vidas. Desde Cruz Roja Mexicana hacemos un llamado fuerte y claro: sigamos las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Usemos, y usemos bien, los Sistemas de Retención Infantil en los vehículos. La vida de nuestros hijos e hijas depende de una decisión tan sencilla como abrochar un cinturón. Su seguridad está en nuestras manos y no podemos fallarles”.

Las organizaciones coincidieron en que en México prevalecen prácticas inadecuadas al transportar menores en un automóvil, ya sea por factores culturales o educativos. Algunas prácticas son: transportar a los infantes sin ningún tipo de retención o, en ocasiones, asumir que llevarlos en los brazos es seguro. Señalaron que el único método correcto, seguro y responsable de transportar a menores es mediante el uso de SRI, los cuales están diseñados para proteger la integridad física de los infantes, siempre y cuando cumplan con los requisitos de certificación e instalación adecuada. Subrayaron que se requiere de una regulación que haga que se cumplan estas condiciones.

Claudia Moreno, de Salud Justa MX, destacó que “reconocemos con preocupación que la falta de una Norma Oficial Mexicana para los Sistemas de Retención Infantil constituye una omisión regulatoria grave que expone diariamente a la niñez mexicana a lesiones y muertes evitables en siniestros viales. La Ley General de Movilidad y Seguridad Vial establece claramente la obligatoriedad del uso de SRI. Sin embargo, la ausencia de lineamientos técnicos vinculantes impide garantizar su eficacia. Urge que las autoridades competentes, en particular la Secretaría de Economía y la Secretaría de Salud, cumplan con su mandato legal y prioricen la vida de bebés, niñas y niños, mediante la emisión inmediata de una norma que regule su diseño, comercialización y certificación. La seguridad vial infantil no puede seguir relegada: proteger a quienes más lo necesitan es una responsabilidad ineludible del Estado mexicano.”

“Las autoridades responsables de la normatividad en nuestro país deben actuar de inmediato para emitir una NOM obligatoria que garantice que sólo se vendan SRI certificados, que cumplan con estándares internacionales y que se proporcione información clara y veraz a las familias. La niñez mexicana tiene derecho a viajar segura, está dispuesto en nuestra Carta Magna a través de Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, y la falta de acción normativa no puede seguir costando vidas de nuestras niñas y niños”, agregó Jorge Macías, de SUR! El Instituto del Sur Urbano.

Al cierre de la conferencia, las organizaciones hicieron un llamado a la Secretaría de Economía, la Secretaría de Salud, el Sistema Nacional de Movilidad y Seguridad Vial, y a tomadores de decisiones en materia de movilidad, seguridad vial, salud, infancia y derechos del consumidor a:

- Crear urgentemente una Norma Oficial Mexicana que regule todos los SRI que se comercializan en el país.
- Promulgar leyes estatales y reglamentos de tránsito que obliguen el uso de SRI a través de la capacitación a elementos de tránsito y operativos de promoción de uso correcto.
- Vincular al sector público, privado y sociedad civil para que se implementen programas conjuntos de sensibilización y capacitación.
- Impulsar programas de capacitación para padres y madres de familia, cuidadores, personal de salud, entre otros, sobre la elección, instalación y uso correcto de los SRI.
- Instaurar programas de donación de SRI que ayuden a garantizar que todos los niños en México tengan la posibilidad de viajar de forma segura.

Sitio Fuente: El Poder del Consumidor