Día Internacional del Orgullo: qué pasó en Stonewall y por qué cambió la historia LGBTQIAP+
HISTORIA.
Una redada policial en un bar de Nueva York en junio de 1969 desencadenó una rebelión que duró varios días y que encendió la llama de la lucha por los derechos LGBTQIAP+.
El Stonewall Inn está cubierto con un cartel que dice “¡El orgullo es una revuelta!”, un recordatorio de que el primer Pride comenzó con los disturbios de Stonewall de 1969 y dio paso al movimiento por los derechos LGBTQIAP+. Fotografía de Robert K. Chin, Alamy.
En 1969, el año en que ocurrió el levantamiento de Stonewall, las redadas policiales en los bares gay de Manhattan seguían un patrón. Los agentes irrumpían en los locales, amenazaban y golpeaban al personal y a los clientes. Los clientes salían en masa y se alineaban en la calle para que la policía los arrestara.
Pero cuando la policía hizo una redada en el Stonewall Inn en la madrugada del 28 de junio de 1969, las cosas no salieron como se esperaba. Los clientes y los curiosos se defendieron, y la refriega que se produjo durante varios días, caracterizada entonces como un motín y conocida ahora como la Rebelión de Stonewall, ayudó a desencadenar el movimiento moderno por los derechos civiles LGBTQIAP+.
Cada mes de junio, el Mes del Orgullo conmemora la historia de Stonewall con desfiles y eventos. En los años transcurridos desde la rebelión, los activistas LGBTQIAP+ presionaron para conseguir (y en gran medida lograron) una amplia expansión de sus derechos legales, y en junio de 2015, el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictó una sentencia histórica que garantiza a las parejas del mismo sexo el derecho a casarse.
¿Cómo era la vida para las personas LGBTQIAP+ antes de la revuelta de Stonewall?
Las personas LGBTQIAP+ habían sido objeto durante mucho tiempo de sanciones sociales y acoso legal por su orientación sexual, que había sido criminalizada con el pretexto de la religión y la moralidad.
En la década de 1960, la homosexualidad se clasificaba clínicamente como un trastorno mental, y la mayoría de los municipios de Estados Unidos tenían leyes discriminatorias que prohibían las relaciones entre personas del mismo sexo y negaban los derechos básicos a cualquier persona sospechosa de ser gay. Aunque algunos grupos de defensa de los derechos de los homosexuales habían comenzado a protestar públicamente contra este trato, muchas personas LGBTQIAP+ vivían en secreto.
Sin embargo, la ciudad de Nueva York albergaba una gran población LGBTQIAP+ y una próspera vida nocturna gay. Los bares gay eran lugares poco comunes donde la gente podía hablar abiertamente de su orientación sexual.
En 1969, los activistas obligaron a la autoridad estatal de bebidas alcohólicas de Nueva York a revocar su política de no expedir licencias de bebidas alcohólicas a los bares gay. El motivo era el beneficio económico. Los propietarios, muchos de los cuales estaban relacionados con el crimen organizado, vieron una oportunidad de negocio en atender a una clientela gay; también habían aprendido a evitar las redadas sobornando a los agentes de policía.
Los clientes se resisten al arresto frente al Stonewall Inn en la ciudad de Nueva York el 28 de junio de 1969. Fotografía de NY Daily News Archive, Getty.
El negocio iba viento en popa, pero los bares gay seguían siendo lugares peligrosos para reunirse. Los agentes de policía vigilaban y tendían trampas a los hombres homosexuales con regularidad; realizaban redadas en los bares gay con pretextos que iban desde “conducta desordenada” hasta diversas infracciones menores relacionadas con la licencia de bebidas alcohólicas.
El Stonewall Inn era un local sórdido y apenas legal. Situado en Greenwich Village, el corazón de la vida gay en Nueva York en aquella época, sus clientes se encontraban entre los miembros más marginados de la comunidad LGBTQIAP+ de Nueva York, incluyendo menores de edad, personas sin hogar, personas de color y artistas drag.
“Este club era más que un bar de baile, más que un simple lugar de encuentro gay”, escribió Dick Leitsch, el primer periodista gay que documentó los acontecimientos. “Atendía principalmente a un grupo de personas que no eran bienvenidas, o no podían costear, otros lugares de encuentro social homosexual”.
Qué pasó durante la rebelión de Stonewall.
La noche de la redada, la policía llegó con la intención de seguir su patrón habitual de confiscar el alcohol del bar y arrestar a sus clientes. Pero esta vez, los clientes se resistieron y se desató la violencia cuando los agentes intentaron calmar a la multitud. En una espontánea explosión de frustración, los clientes y los curiosos comenzaron a gritar y a lanzar objetos a la policía.
En una historia oral, el activista Mark Segal recordó un “circo de colores y luces increíbles y gente corriendo. Yo solo miraba la puerta y me decía a mí mismo... ‘Los afroamericanos pueden luchar por sus derechos, los latinos pueden luchar por sus derechos, las mujeres pueden luchar por sus derechos, ¿y nosotros?’”.
Una de las personas que luchó por sus derechos fue Marsha P. Johnson, una mujer transgénero negra y activista que frecuentaba el bar y que es considerada una de las líderes de la rebelión. Aunque algunos afirman que Johnson “lanzó el primer ladrillo” a la policía, ella sostenía que no llegó al bar hasta que la refriega estaba en pleno apogeo.
Hay poco acuerdo sobre los acontecimientos de esa noche, aparte del hecho de que los clientes se enfrentaron violentamente a la policía. Los relatos de los periódicos, las historias orales y los informes entran en conflicto entre sí.
Jason Baumann, conservador de la colección LGBTQ de la Biblioteca Pública de Nueva York, escribe que los estudiosos siguen debatiendo “cuántos días duró el levantamiento y quién lanzó el primer ladrillo, la primera botella y el primer puñetazo”.
Independientemente de quién iniciara la rebelión de Stonewall, la redada policial no salió según lo previsto. Cuando la violencia estalló fuera del bar, los agentes se retiraron al interior y se atrincheraron en el edificio. Los manifestantes irrumpieron en el bar, se enfrentaron a golpes con la policía y prendieron fuego el local. Los agentes tardaron horas en despejar las calles. A la noche siguiente, miles de personas acudieron al Stonewall Inn para provocar a la policía. Esa noche se produjeron nuevos enfrentamientos, que se repitieron de forma esporádica durante los días siguientes.
La gente celebra la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en el estado de Nueva York frente al Stonewall Inn el viernes 24 de junio de 2011. Fotografía de John Minchillo, AP.
Del levantamiento a la creación del Día Internacional del Orgullo: las secuelas de Stonewall.
A raíz de la rebelión, los participantes y los residentes de Greenwich Village, cansados de vivir a la sombra de la opresión, se movilizaron y unieron sus fuerzas a las de quienes ya habían comenzado a protestar contra la discriminación hacia las personas LGBTQIAP+.
En respuesta, los activistas también formaron el Frente de Liberación Gay el 24 de julio de 1969, que se convirtió en la incubadora de un enfoque más radical del movimiento político LGBTQIAP+.
“Todos los que estábamos allí sentimos que nunca volveríamos atrás”, recordó Michael Fader, que estaba presente en la redada. “La conclusión era que no íbamos a desaparecer. Y no lo hicimos”. En cuestión de meses, personas que antes temían darse la mano en público salieron a las calles para exigir la liberación gay. El movimiento, avivado por la redada policial en Greenwich Village, pronto se extendió a ciudades de todo el país.
En 1970, un año después de la redada, los activistas liderados por Craig Rodwell conmemoraron su aniversario con lo que llamaron el Día de la Liberación de Christopher Street, ahora reconocido como la primera marcha del orgullo gay. Los acontecimientos de Stonewall se han celebrado desde entonces, aunque solo en los últimos años se ha reconocido ampliamente el papel fundamental de las personas de color y las personas transgénero.
Décadas más tarde, los acontecimientos ocurridos en el Stonewall Inn se consideran un punto de inflexión revolucionario que electrificó el movimiento por los derechos de las personas homosexuales. Aunque el movimiento ha logrado muchos éxitos importantes, sigue habiendo una dura batalla por la igualdad de derechos.
En los últimos años, se han presentado cientos de proyectos de ley en las legislaturas estatales de Estados Unidos con el objetivo de debilitar las leyes contra la discriminación, limitar el acceso a la atención médica y a los servicios públicos, como los baños, para las personas trans, y prohibir libros y espectáculos como los shows de drag queens. La pasión que encendió Stonewall sigue viva en los defensores actuales que luchan por los derechos LGBTQIAP+.
Por: Erin Blakemore.
Sitio Fuente: National Geographic en Español