La conexión social está vinculada a la mejora de la salud y a un menor riesgo de muerte temprana
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD.
La Comisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre Conexión social ha publicado su informe mundial, en el que revela que 1 de cada 6 personas a escala mundial se ven afectadas por la soledad, lo que conlleva repercusiones importantes para la salud y el bienestar.
Se estima que la soledad está ligada a 100 muertes cada hora —más de 871 000 muertes anuales. Las conexiones sociales fuertes pueden llevar a una mejor salud y una vida más larga, afirma el informe.
«En este informe, descorremos la cortina que oculta la soledad y el aislamiento en tanto que retos que definen la época en que vivimos. Nuestra Comisión traza una hoja de ruta para promover una mayor conexión entre las personas y pone de relieve el profundo impacto que ello puede tener en los resultados de salud, educativos y económicos», declaró el Dr. Vivek Murthy, Copresidente de la Comisión de la OMS sobre Conexión Social y antiguo Director General de Sanidad de los Estados Unidos de América.
La OMS define la conexión social como la forma en que las personas se relacionan e interactúan entre sí. La soledad se describe como el sentimiento doloroso que surge de la brecha entre las conexiones sociales deseadas y las reales, mientras que el aislamiento social se refiere a la falta objetiva de conexiones sociales suficientes.
«En esta época de infinitas posibilidades de conexión, cada vez más personas se sienten aisladas y solas», señaló el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Aparte de los estragos que la situación provoca en las personas, las familias y las comunidades, la soledad y el aislamiento social, de no subsanarse, seguirán costando a la sociedad miles de millones en atención médica, educación y empleo. Acojo con agrado el informe de la Comisión, que arroja luz sobre la magnitud y las repercusiones de la soledad y el aislamiento, y describe ámbitos cruciales para poder ayudar a las personas a reconectarse de la manera que más importa».
Magnitud y causas de la soledad y el aislamiento social.
La soledad afecta a personas de todas las edades, especialmente a jóvenes y a quienes viven en países de ingreso bajo y mediano. Entre el 17 % y el 21 % de las personas entre 13 y 29 años han declarado sentirse solas, con las tasas más altas entre los adolescentes. En torno al 24 % de las personas de países de ingreso bajo declararon sentirse solas, el doble que en los países de ingreso alto (alrededor del 11 %).
«Incluso en un mundo conectado digitalmente, muchos jóvenes se sienten solos. A medida que la tecnología remodela nuestras vidas, debemos asegurarnos de que fortalezca —no debilite— la conexión humana. Nuestro informe muestra que la conexión social debe integrarse en todas las políticas —desde el acceso digital hasta la salud, la educación y el empleo», declaró Chido Mpemba, Copresidenta de la Comisión de la OMS sobre Conexión Social y asesora del Presidente de la Unión Africana.
Si bien los datos sobre el aislamiento social son más escasos, se estima que afecta hasta 1 de cada 3 adultos mayores y 1 de cada 4 adolescentes. Algunos grupos, como las personas con discapacidad, los refugiados o migrantes, las personas LGBTQ+, y los grupos indígenas y las minorías étnicas, pueden verse discriminados o enfrentarse a obstáculos adicionales que dificultan la conexión social.
La soledad y el aislamiento social tienen múltiples causas. Entre ellas, por ejemplo, la mala salud, bajos ingresos y bajo nivel de educación, vivir en soledad, infraestructuras comunitarias y políticas públicas inadecuadas, y las tecnologías digitales. En el informe se subraya la necesidad de vigilar los efectos de pasar demasiado tiempo ante pantallas o de las interacciones negativas en línea en la salud mental y el bienestar de los jóvenes.
Repercusiones en la salud, la calidad de vida y las economías.
La conexión social puede proteger la salud a lo largo de la vida. Puede reducir la inflamación, disminuir el riesgo de problemas de salud graves, fomentar la salud mental y prevenir la muerte prematura. También puede fortalecer el tejido social, contribuyendo a que las comunidades sean más saludables, seguras y prósperas.
Por el contrario, la soledad y el aislamiento social aumentan el riesgo de accidentes cerebrovasculares, cardiopatías, diabetes, deterioro cognitivo y muerte prematura. También afectan a la salud mental, ya que las personas que están solas tienen el doble de probabilidades de deprimirse. La soledad también puede provocar ansiedad y pensamientos de autolesión o suicidio.
Las repercusiones se extienden al aprendizaje y al empleo. Los adolescentes que se sienten solos tienen un 22 % más de probabilidades de obtener notas o calificaciones bajas. Los adultos que están solos pueden tener más dificultades para encontrar o mantener un empleo y puede que su sueldo sea inferior con el paso del tiempo.
A nivel comunitario, la soledad socava la cohesión social y cuesta miles de millones en pérdida de productividad y atención de salud. Las comunidades con fuertes lazos sociales tienden a ser más seguras, saludables y resilientes, especialmente en la respuesta a los desastres.
Una vía hacia sociedades más saludables.
En el informe de la Comisión de la OMS sobre Conexión Social se esboza una hoja de ruta para la acción mundial centrada en cinco ámbitos fundamentales –políticas, investigación, intervenciones, mejora de la medición (con el establecimiento de un índice mundial de conexión social) y compromiso público– para cambiar las normas sociales y reforzar un movimiento mundial a favor de la conexión social.
Existen soluciones para reducir la soledad y el aislamiento social en múltiples niveles –nacional, comunitario e individual– que van desde la sensibilización y el cambio en las políticas nacionales hasta el fortalecimiento de la infraestructura social (por ejemplo, parques, bibliotecas, cafés) y la prestación de intervenciones psicológicas.
La mayoría de las personas saben lo que es sentirse solas. Y cada una puede ayudar con medidas sencillas y cotidianas, como comunicarse con un amigo necesitado, guardar el teléfono para estar en una conversación con los cinco sentidos, saludar a un vecino, unirse a un grupo local o participar en actividades de voluntariado. Si el problema es más grave, es importante conocer el apoyo y los servicios disponibles para quienes se sienten solos.
Los costos del aislamiento social y la soledad son altos, pero los beneficios de la conexión social llegan muy lejos.
Con la publicación del informe de la Comisión, la OMS insta a todos los Estados Miembros, comunidades y personas a que hagan de la conexión social una prioridad de salud pública.
Acceso al informe completo: https://www.who.int/groups/commission-on-social-connection/report
Sitio Fuente: OMS