¿Se pueden combatir las intolerancias alimentarias?
CUIDADO DE LA SALUD.
Las intolerancias alimentarias afectan cada vez a más personas y generan un amplio abanico de síntomas que pueden confundirse con otras patologías: hinchazón abdominal, fatiga, dolor de cabeza, molestias digestivas o alteraciones en la piel. Pero… ¿existe realmente alguna forma de combatirlas o revertirlas?.
¿Qué son exactamente las intolerancias alimentarias?
A diferencia de las alergias, que implican una respuesta inmunitaria inmediata, las intolerancias alimentarias ocurren cuando el organismo es incapaz de procesar correctamente ciertos componentes de los alimentos. Las más comunes son:
- Intolerancia a la lactosa: el organismo produce poca lactasa.
- Intolerancia al gluten (sensibilidad no celíaca): reacción no inmunológica clásica, todavía objeto de estudio.
- Intolerancia a la fructosa o al sorbitol.
- Reacciones a aditivos alimentarios: como sulfitos o glutamato.
¿Se pueden “curar” las intolerancias?
La respuesta corta: depende del tipo de intolerancia.
Intolerancia a la lactosa: la más “tratable”.
Algunas personas pueden recuperar parcialmente la tolerancia mediante una reintroducción gradual de lactosa bajo supervisión médica. Esto puede aumentar la actividad de la lactasa remanente y mejorar la tolerancia digestiva con el tiempo.
Además, existen alternativas eficaces:
- Productos deslactosados
- Suplementos de lactasa
- Fermentados como yogur o kéfir, que suelen tolerarse mejor
Sensibilidad al gluten no celíaca: mejorar sí, curar no
Aunque no hay una cura definitiva, muchas personas mejoran notablemente su capacidad digestiva y su respuesta al gluten tras:
- Una dieta baja en FODMAPs supervisada por un dietista
- Reducción del estrés (influye en la permeabilidad intestinal)
- Tratamiento de disbiosis intestinal
No implica eliminar el gluten de por vida, sino personalizar la dieta y tratar afecciones asociadas.
Intolerancia a fructosa o sorbitol.
En estos casos, la estrategia más eficaz es una dieta progresiva de reducción y reintroducción guiada por un profesional. La tolerancia suele mejorar al cabo de meses gracias a cambios en la microbiota intestinal.
¿Y la microbiota? Un factor clave
En los últimos años, numerosos estudios han demostrado que un intestino con flora bacteriana diversa ayuda a:
- Mejorar la digestión de carbohidratos complejos
- Reducir la inflamación
- Reforzar la mucosa intestinal
- Modular la respuesta ante ciertos alimentos
Estrategias basadas en microbiota que pueden ayudar:
- Probióticos específicos, no cualquiera
- Prebióticos (fibra fermentable, inulina, almidón resistente)
- Alimentación variada rica en vegetales
- Evitar antibióticos innecesarios
No curan por sí mismas, pero sí pueden reducir síntomas y mejorar la tolerancia a alimentos problemáticos.
¿Sirven los test de intolerancias que venden por internet?
La comunidad científica es clara: la mayoría no tienen validez clínica.
Los test de IgG, pruebas capilares y otras soluciones comerciales no predicen intolerancias y pueden llevar a dietas restrictivas innecesarias.
Solo son fiables cuando los solicita un profesional:
- Prueba de hidrógeno espirado (lactosa, fructosa, sorbitol)
- Test genético de lactasa
- Evaluación médica y dietética completa
¿Qué sí puedes hacer para mejorar tus intolerancias?
- Consultar con un dietista-nutricionista o médico especializado.
- Evitar dietas restrictivas sin diagnóstico.
- Reintroducir alimentos gradualmente cuando sea posible.
- Fortalecer la microbiota intestinal.
- Reducir el estrés y mejorar el descanso.
- Valorar enfermedades asociadas (SIBO, colon irritable, celiaquía).
Sí, se puede mejorar… con estrategia y evidencia
Aunque no todas las intolerancias pueden eliminarse por completo, muchas pueden controlarse o reducirse gracias a la intervención nutricional, el manejo de la microbiota y un diagnóstico adecuado.
La clave está en evitar soluciones milagro, confiar en profesionales y comprender que cada caso tiene un origen distinto y un tratamiento único.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings