Conoce a los rarámuris de Sierra Tarahumara, los corredores más fuertes del mundo

Las habilidades para correr de los rarámuris (más popularmente llamado tarahumaras) despiertan el interés de atletas de todo el mundo.-

Fuente: Shutterstock.

En el pueblo mexicano de los rarámuris en la Sierra Tarahumara del Estado de Chihuahua correr es el ritual más característico entre sus habitantes; y son tan buenos haciéndolo, que atletas de todas partes del mundo se acercan cada año con el objetivo de conocer las técnicas que esta tribu utiliza para correr.

Sin equipamiento deportivo de lujo, ni zapatillas de última generación que amortigüen los impactos, los rarámuris (los que en cualquier foto que podemos ver en la web están con sandalias chatas y al parecer bastante artesanales) se han impuesto como los corredores más fuertes y con las mejores técnicas del mundo.

Pero, ¿qué los hace ser mejores que el resto? Tal vez las explicaciones sean varias, pero en el punto de vista de un rarámuri, la explicación podría estar tanto en las condiciones en las que han vivido siempre, como en una genética ya dotada para la actividad. “Yo creo que es la naturaleza que tenemos. Nosotros nunca hemos tenido carro, desde chiquillos que corremos. Creo que por eso tenemos esa capacidad de resistencia y habilidad para la carrera”, afirmó en el 2015 un hombre de la tribu según el portal Ahora mismo.

El periodista Christopher McDougall se ha dedicado a estudiar los misterios y todo lo referente al deseo humano por correr y cómo desde el origen de los tiempos esta práctica ha beneficiado a los primeros humanos en su lucha por la supervivencia. McDougall, autor del libro “Nacidos para correr” que habla de su experiencia personal con esta etnia, expuso en una charla TED el caso de los rarámuris y, según sus palabras, sus integrantes son los corredores más resistentes del mundo.

Hace un tiempo ciertos “cazatalentos” de occidente llevaron a algunos rarámuris a competir a distintas carreras internacionales. Así, el rarámuri Juan Herrera rompió un récord Guiness en la carrera de 160 km del ultra maratón de Los Angeles en el 1994, mientas que Ciro Chacarito, un anciano rarámuri, fue el campeón en una carrera de 100 km de California superando a los jóvenes del evento, tal como reseña un artículo del portal Hipertextual, donde se afirma también que los rarámuris pueden correr hasta tres días seguidos con un poco de alimento.

La Carrera de la Bola.

La “Carrera de la Bola” es el rito ancestral más representativo de los rarámuris, y lo aprenden y traspasan de generación en generación entre los niños, jóvenes y adultos del sexo masculino. Este ritual les ha dado reconocimiento a nivel nacional e internacional, y cada vez más personas llegan desde todas partes a observar a “los de los pies ligeros”, como los llaman todos quienes no pertenecen a la tribu.

Para llevar adelante la Carrera de la Bola un grupo debe organizarlo, grupo que recibe el nombre de “Chokeame” mientras que a los corredores se los denomina “Júmame”. Compiten dos equipos y cada uno tiene una bola de madera, la “Comacali”, que deben llevar hasta la meta levantándola con los dedos y el empeine del pie lanzándola por el aire.

Algunas carreras en la Sierra duran hasta dos días con sus noches, por supuesto la velocidad de los corredores es menor que en las carreras que duran de cinco a veinte horas, explica la Federación Mexicana de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales.

En la Carrera de la Bola se realizan apuestas de uno a uno, es decir, si un corredor apuesta a un peso el contrario tiene que apostar lo mismo. Se apuestan muchas cosas, tales como hilo, lana, manta, dinero, espejos y hasta animales; llevan un palo en donde amarran las apuestas. Las carreras se organizan durante todo el año, principalmente en tiempo de cosecha.

Existe una variante que es la carrera nocturna, la que si bien se desarrolla en las mismas condiciones y términos que la modalidad anterior, el corredor o corredores son escoltados por acompañantes quienes portan una especie de farol llamado cachimba, en el que colocan leña y son colgados en una rama de madera con el objetivo de iluminar el trayecto del corredor para facilitar la localización de la pelota.

Mira la charla TED de Christopher McDougall “¿Hechos para correr?”

Sitio Fuente: Universia México