Aprende a decir que no para aumentar tu productividad en el trabajo
DESARROLLO PERSONAL Y PROFESIONAL.
Tener claras tus prioridades y saber comunicarlas es vital para poder ser productivo en tu trabajo.
Prioriza tus tareas según su urgencia e importancia, de manera que hagas un reparto del tiempo eficiente.
- Ser multitarea está muy bien, pero puede afectar a tu productividad y a la calidad de tu trabajo.
- Aprende a rechazar con profesionalidad las tareas o peticiones que te desvíen de tu trabajo o que lo entorpezcan.
- El tiempo de trabajo debe ser limitado a la jornada, centrándonos en aumentar nuestra productividad para abarcar lo esencial.
El mundo laboral es muy exigente y espera de ti lo máximo y lo mejor. Está claro que todos, como buenos profesionales, queremos alcanzar esas metas y ser capaces de realizar nuestro trabajo con efectividad, buenos resultados e invirtiendo el tiempo necesario.
Es un objetivo claro y general pero que, en ocasiones, suele ser difícil de llevar a cabo ante la cantidad de tareas que se pueden acumular en una jornada rutinaria de trabajo.
El mejor comienzo es tener claro las prioridades de nuestras tareas y cuál es la función principal de nuestro puesto de trabajo. A partir de aquí, deberemos lidiar con todas las tareas complementarias que van surgiendo, que nos mandan nuestros superiores o con las que nos piden ayuda nuestros compañeros.
Partiendo de esto y para que tu trabajo no se vea afectado negativamente, tendrás que saber decir que no a ciertas peticiones o gestionarlas de manera que no minen tu productividad y que tampoco resten tiempo de tu descanso y tu derecho a desconectar.
Cómo saber decir que no.
Primero de nada, y lo esencial para aumentar tu productividad, es ser capaz de gestionar el estrés y no agobiarnos ante la acumulación de tareas.
Una vez sepamos mantener la mente fría, debemos saber que todo no se puede hacer y que nuestra intención no puede ser solucionarlo todo ya, y al mismo tiempo, sino que lo prioritario es lo más urgente o aquellas tareas que puedan ser esenciales para los buenos resultados de nuestro trabajo.
Por tanto, la toma de decisiones es vital a la hora de filtrar, ordenar, retrasar o rechazar ciertas tareas.
Lo más complicado de este proceso es cuando debemos decir que no a alguna tarea o compañero, con motivos justificados. Este tipo de situaciones son complicadas porque afectan a nuestras emociones y al ambiente laboral.
A pesar de ello, no puedes olvidar tus prioridades y dejarlas de lado para contentar a todos. Es mejor que te centres en poner toda tu atención en la ejecución de tu trabajo, tengas en cuenta las demandas del resto y gestiones los flujos de trabajo.
De este modo, podrás conseguir aumentar tu productividad, cumplir con tus tareas y dedicar un tiempo más limitado a los encargos extra. No a todos, pero sí a los que consideres más importantes o relevantes para tu empleo.
Como recomiendan los expertos, la clave está en ser conscientes de que no podemos llegar a todo y que debemos de enfrentarnos a la tarea de tomar decisiones y con ello, a rechazar y decir que no a ciertas peticiones.
También debemos tener presente que, no por invertir tiempo en planificar y ser más productivos, quiere decir que lo consigamos. Se consigue dedicando un tiempo de calidad al trabajo y a la finalización de tareas pendientes.
Sitio Fuente: Universia México