5 hábitos para cultivar tu pensamiento crítico
DESARROLLO PERSONAL Y PROFESIONAL.
Para opinar con criterio debemos de ser conscientes de nuestras limitaciones y de los conocimientos que poseemos.
La lectura es un hábito muy beneficioso para trabajar el pensamiento crítico.
- Se debe comenzar entendiendo bien las bases sobre las que se construye el pensamiento crítico y el objetivo de su aplicación.
- Poniendo en práctica los siguientes hábitos mejorarás tus habilidades a la hora de crear argumentos o de darles réplica.
- Recuerda siempre que en Internet abundan las noticias no contrastadas y las afirmaciones sin base científica.
Cultivar el pensamiento crítico no quiere decir que poseas las herramientas para criticar y desmontar los argumentos del resto, pero sí que te proporciona las claves necesarias para pensar con criterio, opinar y elaborar hipótesis sin caer en falsas suposiciones, en prejuicios o arrastrado por información poco consistente.
Para comenzar a poner en práctica estos hábitos y ser conscientes de que podemos elaborar razonamientos críticos, siempre se debe partir de un principio de escepticismo. Es decir, que no damos por verídica cualquier afirmación absoluta y que sabemos cómo averiguar la credibilidad de tales ideas.
Hábitos para trabajar el pensamiento crítico.
1. ¿Cómo pensamos?.
No es algo muy común detenernos a analizar cómo pensar y detectar nuestras habilidades o en qué fallamos.
Trabajar en reconocer este proceso facilita la mejora de nuestra forma de pensar y evitar llevarnos por actitudes irracionales o respuestas emocionales.
2. Consultar variedad de fuentes.
Comenzando por tener claro que no todo lo que dice Internet es verdad y que debemos de saber de dónde provienen los datos y sus fuentes.
Duda de todo estudio o artículo que no mencione las fuentes de donde ha extraído los datos o sobre la que se ha basado para construir sus argumentos.
Si dudas de la validez de cierta información, consulta otras fuentes o autores para demostrar la credibilidad de la información.
No te dejes llevar por los argumentos de influencers y referentes si no son capaces de demostrar en qué basan sus afirmaciones.
3. Aplicar el método científico.
Es importante ser consciente de la importancia de los datos y de la objetividad y ello se consigue gracias al rigor científico.
Los experimentos, la comprobación de hipótesis, la cultura estadística y el trabajo de campo son prácticas necesarias para crear el pensamiento crítico.
4. Cuestionárselo todo.
Mejorar la capacidad de discernimiento y la credibilidad de los argumentos supone el hacer las preguntas adecuadas e intentar cuestionarse sobre lo que nos rodea, sobre lo que leemos o sobre las materias de estudio.
Se basa en fomentar y priorizar el principio socrático o demostración lógica, partiendo de la afirmación: “Solo sé que no sé nada”.
5. Detectar los intereses ocultos.
Hoy en día, con Internet y los objetivos comerciales en todo tipo de contenidos es importante tener en cuenta la intencionalidad de la información publicada.
En muchas ocasiones, puede que las opiniones emitidas respondan a intereses comerciales y, con ello, se publiquen con ciertos objetivos no evidentes.
No quiere decir que esa información quede inválida, pero sí que es necesario que seamos consciente de ello y que, quizás, solo muestre una perspectiva o emplee datos sesgados.
La finalidad del pensamiento crítico y de trabajarlo a través de estos hábitos se basa en demostrar cierta integridad intelectual, lo que mejora las capacidades para poder aportar razonamientos lógicos, bien construidos y con fundamento.
Sitio Fuente: Universia México