Anaxágoras: Iluminando el cosmos con la razón

HISTORIA DE LA CIENCIA.-

Anaxágoras de Clazómenas (c. 500 - c. 428 a.C.) fue uno de los primeros filósofos presocráticos que rompió con las explicaciones míticas del mundo y propuso una visión racional y científica del universo. Su influencia marcó un punto de inflexión en la historia del pensamiento occidental, introduciendo ideas fundamentales sobre la naturaleza, el cosmos y la mente.

Foto: Wikimedia Commons

Orígenes y contexto histórico.

Anaxágoras nació en Clazómenas, una ciudad jonia situada en Asia Menor (actual Turquía). Vivió durante un periodo de grandes transformaciones políticas y culturales en el mundo griego. Hacia los 20 años se trasladó a Atenas, donde permaneció unos 30 años. Fue allí donde desarrolló su pensamiento filosófico y científico, rodeado de figuras como Pericles, Sócrates y los sofistas.

Una mente cósmica: el Nous.

Uno de los conceptos más innovadores de Anaxágoras fue el "Nous" (νοῦς), o "Mente". Frente a las explicaciones materialistas de sus contemporáneos, Anaxágoras introdujo una causa inteligente y ordenadora del universo. Según él, el Nous es una fuerza inmaterial, infinita, autónoma y omnisciente que puso en movimiento el cosmos y lo organizó a partir del caos primordial. Esta idea anticipó nociones modernas como la ley natural y el principio de causalidad.

Todo está en todo: la teoría de las "semillas".

Anaxágoras también revolucionó la física y la cosmología con su teoría de las "homeomerías" o semillas (en griego, spermata). Según esta idea, toda sustancia está compuesta por partículas diminutas que contienen todas las cualidades posibles, pero una predomina en cada objeto. Por ejemplo, un pedazo de pan contiene "semillas" de hueso, sangre, carne, etc., lo que explicaba cómo el alimento se convierte en otras sustancias dentro del cuerpo.

Esta noción fue precursora de teorías atomistas y del principio de conservación de la materia.

El Sol no es un dios, sino una piedra ardiente.

En una época donde los fenómenos celestes eran atribuidos a dioses, Anaxágoras propuso una explicación puramente natural: afirmó que el Sol era una gran piedra incandescente, más grande que el Peloponeso, y que la Luna reflejaba su luz. Estas ideas, aunque hoy comunes, fueron escandalosas en su tiempo y le valieron acusaciones de impiedad.

Persecución y exilio.

Su pensamiento racionalista chocó con la religión oficial y los intereses políticos de la Atenas clásica. En el año 437 a.C., fue acusado de impiedad por sus afirmaciones sobre los astros y el cuestionamiento de los dioses olímpicos. Aunque contó con el apoyo de su amigo Pericles, Anaxágoras fue condenado al exilio y se retiró a Lampsaco, donde murió años más tarde.

Anaxágoras abrió el camino a una visión del mundo basada en la observación, la lógica y la crítica de los mitos. Su influencia fue determinante para figuras posteriores como Sócrates, Aristóteles y los atomistas. Fue uno de los primeros en vincular la filosofía con la ciencia natural, proponiendo que el universo es comprensible mediante la razón humana.

Hoy, Anaxágoras es recordado como un pionero del pensamiento científico. En su honor, un cráter lunar lleva su nombre: el cráter Anaxágoras, visible desde la Tierra con telescopios aficionados.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings