Enfriar la Tierra desde aviones convencionales
CIENCIAS DE LA TIERRA Y TECNOLOGÍA / GEOINGENIERÍA.
Una técnica para enfriar el planeta, en la que se añaden partículas a la atmósfera para que reflejen la luz solar, no requeriría desarrollar aviones especiales, sino que podría lograrse utilizando los grandes aviones existentes, según un nuevo estudio.
Nubes vistas desde un avión. Foto: NASA
El estudio es obra de un equipo encabezado por Alistair Duffey, del University College de Londres en el Reino Unido.
Anteriormente, la mayoría de las investigaciones partían de la base de que la técnica, conocida como inyección estratosférica de aerosoles, solo podría utilizarse en los trópicos, necesitando ello aviones especialmente diseñados capaces de volar a altitudes de 20 kilómetros o más para liberar las partículas lo bastante arriba.
Para el nuevo estudio, Duffey y sus colegas realizaron simulaciones de diferentes estrategias de inyección de aerosoles y han llegado a la conclusión de que liberar partículas a 13 kilómetros de altitud en las regiones polares podría enfriar significativamente el planeta, aunque con menos eficacia que a altitudes más elevadas cerca del ecuador. Sin embargo, esta estrategia de altitud modesta es mucho más fácil de llevar a la práctica, porque podría hacerse con grandes aviones a reacción disponibles comercialmente, como el Boeing 777F, que son capaces de alcanzar esta altitud de vuelo sin problemas.
Los investigadores calcularon que inyectar 12 millones de toneladas de dióxido de azufre al año a 13 kilómetros de altitud en la primavera y el verano locales de cada hemisferio enfriaría el planeta unos 0,6 grados centígrados. Se trata aproximadamente de la misma cantidad añadida a la atmósfera por la erupción del volcán Monte Pinatubo en 1991, que también produjo un descenso observable de las temperaturas globales.
En las simulaciones realizadas por ordenador, el dióxido de azufre se añadió en latitudes de 60 grados al norte y al sur del ecuador. Es decir, aproximadamente la latitud de Oslo (Noruega) y Anchorage (Alaska, Estados Unidos) en el norte; y por debajo del extremo meridional de Sudamérica, en el sur.
Esta estrategia no es tan eficaz como inyectar dióxido de azufre a 20 kilómetros de altitud porque las partículas no permanecen tanto tiempo en la estratosfera. Liberadas a 13 kilómetros de altitud, permanecen en ella solo unos meses. Liberadas a 20 kilómetros, su permanencia es de varios años.
Sin embargo, la estrategia de baja altitud utilizando los aviones existentes podría ponerse en práctica mucho antes que la estrategia de gran altitud. Los investigadores señalan que un estudio anterior concluyó que el diseño y la certificación de aviones para inyectar dióxido de azufre a 20 kilómetros de altitud podrían llevar una década y costar varios miles de millones de dólares.
El estudio se titula “Low-Altitude High-Latitude Stratospheric Aerosol Injection Is Feasible With Existing Aircraft”. Y se ha publicado en la revista académica Earth's Future.
Por: Redacción.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings