¿Puede el veneno del escorpión azul contribuir al tratamiento del cáncer?: La formulación Escozul desarrollada por el Grupo LifEscozul
CIENCIAS DE LA SALUD / INVESTIGACIÓN.
Según un estudio publicado por la Revista Colombiana de Cancerología, aproximadamente 44 mil personas fallecen cada año a causa del cáncer en Colombia.
Esta cifra refleja la urgencia de seguir explorando nuevas alternativas terapéuticas. En este contexto, el veneno del escorpión azul (Rhopalurus junceus), una especie endémica de Cuba, ha despertado el interés de investigadores por sus potenciales propiedades antitumorales, analgésicas y antiinflamatorias. Uno de los compuestos derivados de este veneno es el Escozul®, una formulación desarrollada y administrada por el Grupo LifEscozul®, que ha sido utilizada como terapia en pacientes con enfermedades oncológicas bajo protocolos médicos específicos.
Como parte de un esfuerzo por profundizar en su estudio, científicos del Tecnológico de Monterrey colaboran con el Grupo LifEscozul® dentro del marco del proyecto BioVen, desde el grupo de investigación Nutriomics. En este proyecto participan especialistas de la Escuela de Ingeniería y Ciencias y de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tec. Según explicó el investigador César Puente a TecScience, el equipo analiza los efectos de péptidos presentes en el veneno del Rhopalurus junceus, formándose sobre sus mecanismos de acción en células cancerígenas. El objetivo es contribuir con evidencia científica que ayude a comprender el alcance terapéutico del compuesto y, eventualmente, avanzar hacia una posible aplicación clínica en el futuro.
¿Cuál es el efecto antitumoral del Escozul®?
La investigación en torno al veneno del escorpión azul ha arrojado resultados relevantes en el estudio del cáncer, especialmente en contextos de laboratorio. En 2013, el Dr. Alexis Díaz y su equipo publicaron un artículo pionero que documentó el efecto anticancerígeno in vitro del veneno en un panel de líneas celulares humanas. El estudio evidenció una acción selectiva contra células epiteliales cancerígenas, afectando su viabilidad y provocando eventos de muerte celular, como la apoptosis. Este hallazgo posicionó al veneno como un candidato con potencial para ser utilizado en modelos preclínicos y clínicos más avanzados.
Posteriormente, en 2020, nuevos avances fueron publicados en la revista Frontiers, en los que se analizaron los canales iónicos modulados por las toxinas del veneno y su vínculo con la progresión tumoral. En modelos in vivo, se administraron dosis controladas del veneno a ratones con tumores de mama, observándose una reducción en la progresión del tumor y en marcadores asociados a proliferación celular como Ki67 y CD31, sin que se presentaran efectos tóxicos significativos.
A partir de esta base científica, el Grupo LifEscozul® desarrolló un protocolo propio para estabilizar y formular el Escozul®, asegurando la calidad del principio activo y su administración personalizada. Este método, liderado y perfeccionado también por el Dr. Díaz, contempla procesos como el control microbiológico, la dosificación individual y el almacenamiento en condiciones óptimas. El objetivo es conservar las propiedades del veneno y maximizar su posible efecto en pacientes oncológicos, siempre dentro de un acompañamiento médico. Aunque aún se requieren estudios clínicos concluyentes, la evidencia hasta la fecha respalda la continuidad de su investigación como alternativa en el campo de la medicina integrativa.
Solicitud de patente para la formulación Escozul®.
En mayo de 2024, el Grupo LifEscozul® dio un paso importante en su proceso de desarrollo científico al presentar ante el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual de Chile (INAPI) su primera solicitud de Patente de Invención Provisional, relacionada con las composiciones farmacéuticas del veneno del escorpión Rhopalurus junceus, también conocido como escorpión azul de Cuba. Esta formulación, basada en extractos con actividad anticancerígena, ha sido clasificada como segura e inocua para personas con cáncer en distintas etapas, de acuerdo con los resultados obtenidos hasta la fecha.
La Patente de Invención Provisional permite al Grupo asegurar una fecha de prioridad legal para su innovación, al tiempo que continúa perfeccionando su formulación antes de presentar la solicitud de patente definitiva. Este tipo de protección preliminar brinda un margen clave para consolidar los aspectos técnicos y regulatorios del producto. Cabe destacar que, por normativa, los detalles de la solicitud no serán públicos durante al menos un año, con el fin de resguardar la confidencialidad de la información técnica aportada. A partir de esta iniciativa, el Departamento de Investigación y Desarrollo, liderado por el Dr. Alexis Díaz, continuará con las fases siguientes para avanzar en la validación de la formulación y facilitar su disponibilidad futura como opción para pacientes oncológicos.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings