Termosensibilidad: Cómo el cuerpo detecta y responde a los cambios de temperatura

CIENCIAS DE LA VIDA.-

La termosensibilidad es una de las capacidades más fascinantes y esenciales del cuerpo humano.

Este mecanismo nos permite detectar y reaccionar ante cambios de temperatura en el entorno y en nuestro propio cuerpo, lo que resulta crucial para mantener la homeostasis y garantizar la supervivencia. Pero ¿qué hay detrás de esta habilidad sensorial? ¿Cómo detectamos el calor o el frío? ¿Y por qué algunas personas parecen ser más sensibles a la temperatura que otras?.

¿Qué es la termosensibilidad?

La termosensibilidad es la capacidad del sistema nervioso para percibir variaciones térmicas. Es una función del sistema somatosensorial que se basa en una red de receptores especializados conocidos como termorreceptores, localizados principalmente en la piel, pero también en órganos internos como el hipotálamo, que actúa como un termostato biológico.

¿Cómo funciona?

Los termorreceptores son terminaciones nerviosas libres que responden específicamente a cambios térmicos. Existen dos grandes tipos:

- Receptores para el frío: activados por temperaturas entre 10 °C y 35 °C.

- Receptores para el calor: activos entre 30 °C y 45 °C.

Estos receptores están formados por canales iónicos sensibles a la temperatura, como los canales TRP (Transient Receptor Potential). Por ejemplo, el TRPV1 se activa con temperaturas superiores a 43 °C y también con la capsaicina, el componente picante del chile. En cambio, el TRPM8 responde al frío y a sustancias como el mentol.

Cuando se detecta un cambio térmico, los termorreceptores envían señales eléctricas a la médula espinal y luego al cerebro, donde se interpreta la sensación de calor o frío.

Termosensibilidad y homeostasis.

Uno de los roles más importantes de la termosensibilidad es mantener la homeostasis térmica, es decir, la estabilidad de la temperatura corporal (aproximadamente 37 °C en humanos). Cuando el cuerpo detecta calor extremo, activa mecanismos como la sudoración o la vasodilatación periférica. En cambio, ante el frío, se desencadenan respuestas como el temblor muscular y la vasoconstricción.

Este sistema es vital: una alteración significativa en la temperatura corporal puede causar desde hipotermia hasta hipertermia, ambas potencialmente mortales.

¿Por qué algunas personas son más sensibles al frío o al calor?

La sensibilidad térmica puede variar ampliamente entre individuos debido a múltiples factores:

- Edad: las personas mayores suelen tener una menor sensibilidad térmica y menor eficiencia en los mecanismos de regulación.

- Género: estudios muestran que mujeres y hombres pueden percibir la temperatura de forma diferente, probablemente debido a diferencias hormonales y de composición corporal.

- Genética: variantes en los genes que codifican los canales TRP pueden influir en la termosensibilidad individual.

- Condiciones médicas: enfermedades como la diabetes, la esclerosis múltiple o neuropatías pueden alterar la percepción térmica.

Termosensibilidad y ciencia aplicada.

La investigación sobre termosensibilidad no es solo teórica. Tiene aplicaciones prácticas en:

- Medicina del dolor: muchos analgésicos actúan sobre los canales TRP.

- Desarrollo de fármacos: se buscan moléculas capaces de modular la percepción térmica para tratar trastornos neurológicos.

- Tecnología wearable: sensores térmicos en ropa inteligente para monitorizar la temperatura corporal en tiempo real.

- Climatización personalizada: dispositivos que ajustan temperatura según la percepción individual.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings