El cólera y la malaria amenazan a la infancia en Sudán
UNICEF.
En medio del continuo conflicto, desde UNICEF trabajamos para contener los brotes, fortalecer la prevención y ofrecer los tratamientos que permiten salvar vidas.
En el barrio Arabee, en Damazine, estado de Nilo Azul, Sudán, unas niñas se sientan bajo una mosquitera proporcionada por UNICEF para prevenir la malaria, una enfermedad transmitida por los mosquitos. Desde UNICEF distribuimos mosquiteras y otros suministros de emergencia para contener la propagación de la malaria y otras enfermedades infecciosas que han aumentado por el conflicto en este país. © UNICEF/UNI810639/Dawod
En Sudán, donde el conflicto no acaba y supera ya los 2 años, las familias desplazadas luchan por acceder a agua potable, nutrición y atención médica. En ese contexto, los casos de malaria y cólera siguen aumentando, enfermedades infecciosas que se pueden prevenir y tratar, pero que se agravan por las brutales condiciones sobre el terreno.
Trabajamos con nuestros aliados para fortalecer la prevención y el tratamiento de los enfermos, entregando suministros vitales y otro tipo de apoyo al personal y los centros sanitarios.
Entregamos mosquiteras, kits para el diagnóstico y vacunas.
La malaria sigue siendo una de las tres principales causas de muerte entre los niños y niñas más pequeños en todo el mundo, después de la neumonía y la diarrea. Esta enfermedad, relativamente rara en climas templados y común en zonas tropicales y subtropicales, es causada por un parásito y se transmite a los humanos a través de la picadura de mosquitos infectados. Los síntomas incluyen fiebre alta y escalofríos. Los niños y niñas en África representan la gran mayoría de las muertes relacionadas con la malaria.
Para combatir el aumento de casos en Sudán, desde UNICEF estamos vacunando a los niños y niñas menores de 2 años, enviando mosquiteras antipalúdicas para proteger a las familias de las picaduras de los mosquitos, proporcionando kits para que puedan hacer el diagnóstico y medicamentos para garantizar la detección temprana y un tratamiento oportuno.
Los casos de cólera también están aumentando rápidamente en Sudán, ya que el acceso a agua potable y a un saneamiento básico se ve interrumpido o incluso agotado, como suele ocurrir en cualquier zona afectada por conflictos.
El cólera, que se contrae al ingerir alimentos o agua contaminados con la bacteria Vibrio cholerae, se propaga fácilmente en campamentos abarrotados. Se trata con una solución de rehidratación oral y antibióticos, pero los casos graves —que suelen causar diarrea acuosa aguda que deriva en deshidratación grave— pueden ser mortales, especialmente para un niño o niña desnutrido con un sistema inmunitario debilitado.
Sudán no es el único país que se enfrenta al cólera, los brotes se han vuelto cada vez más frecuentes en toda África. Desde UNICEF colaboramos con los gobiernos y aliados locales y comunitarios en muchos países de alto riesgo para fortalecer la prevención y aumentar la resiliencia ante futuros brotes. Esto se consigue mejorando los mecanismos de seguimiento, vigilancia y respuesta, con cambios en el comportamiento social y mejorando los sistemas de agua y saneamiento.
El cólera se puede prevenir mediante el lavado de manos con jabón y manteniendo las instalaciones separadas de agua y saneamiento. Los trabajadores comunitarios de la salud y otros trabajadores de primera línea pueden apoyar aún más la prevención promoviendo las mejores prácticas de higiene.
Brote de cólera por fuentes de agua insalubres y hacinamiento.
En Sudán, la lucha contra el cólera es una parte de la respuesta de UNICEF al conflicto en el país y las crisis relacionadas que afectan a niños, niñas y familias. Según las autoridades sanitarias, desde enero de 2025 en el estado de Jartum, se han reportado más de 7.700 casos de cólera, incluyendo más de 1.000 casos en niños y niñas menores de 5 años y 185 muertes asociadas.
Desde el comienzo del conflicto, más de 3 millones de personas han huido de sus hogares en este estado, y la violencia ha trastocado la vida de millones más. Amplias zonas del estado se volvieron más accesibles y las familias comenzaron el retorno a sus hogares, aunque los encontraron dañados y con servicios esenciales de agua y saneamiento prácticamente inaccesibles.
Se estima que más de un millón de niños y niñas viven en las localidades afectadas en todo el estado de Jartum.
Controlamos la calidad del agua en los campamentos de refugiados.
Los continuos ataques a centrales eléctricas en el estado de Jartum durante el último mes han interrumpido el suministro eléctrico y agravado la escasez de agua, afectando significativamente el acceso a agua potable. Esto ha obligado a muchas familias a buscar agua en fuentes inseguras y contaminadas, lo que aumenta el riesgo de cólera y otras enfermedades mortales transmitidas por el agua, especialmente en barrios superpoblados y asentamientos de desplazados.
Los casos de cólera reportados aumentaron significativamente, de 90 a 815 diarios el pasado mes de mayo. Esto, sumado a que decenas de miles de niños y niñas padecen desnutrición aguda grave en las localidades de Jebel Aulia y Jartum, donde la hambruna se avecina, aumenta su riesgo de enfermar.
"Trabajamos contrarreloj con nuestros aliados para brindar atención médica básica, agua potable y buena nutrición, entre otros servicios vitales, a los niños y niñas altamente vulnerables a enfermedades mortales y desnutrición aguda grave", afirma Sheldon Yett, nuestro representante en Sudán.
Proporcionamos agua y saneamiento.
Trabajamos con el Ministerio de Salud de Sudán para frenar la propagación de esta enfermedad mortal y salvar vidas. Para ello, pusimos en marcha una respuesta múltiple en comunidades de alto riesgo, que incluye el apoyo a la infraestructura hídrica esencial mediante el suministro de productos químicos para el tratamiento del agua (polímero y cloro) y un generador para mantener en funcionamiento una importante planta potabilizadora.
Distribuimos productos químicos para uso doméstico que permiten el tratamiento del agua y frenar la transmisión comunitaria, desplegando cloradores de agua en los puntos de agua para proporcionar agua potable y movilizando equipos de respuesta rápida para apoyar la cloración del agua y realizar actividades de desinfección.
Más de 2,5 millones de personas ya se han beneficiado de estos suministros distribuidos por UNICEF y nuestros aliados. También involucramos a las comunidades, a través de diálogos y redes sociales, para difundir mensajes clave sobre las causas, los síntomas y las mejores prácticas de prevención.
Desde UNICEF ya conseguimos resultados:
- Entregamos 13,7 millones de dosis de vacunas orales contra el cólera a Sudán desde 2023.
- Apoyamos el despliegue de personal de primera línea en centros de tratamiento del cólera.
- Suministramos sales de rehidratación oral, pastillas purificadoras de agua, kits para la diarrea acuosa aguda y tanques de agua.
- Ayudamos a formar funcionarios de salud pública en la prevención y el control de infecciones.
- Damos apoyo a los miembros de la comunidad para que puedan supervisar la situación sobre el terreno.
También estamos apoyando la prestación de servicios de nutrición a través de 105 programas de atención ambulatoria en centros de salud y 4 centros de estabilización en el estado de Jartum.
Gracias a estas iniciativas, en lo que va de año, más de 17.000 niños y niñas menores de 5 años que padecían desnutrición aguda grave han recibido tratamiento. A su vez, distribuimos 30.000 cajas de alimentos terapéuticos listos para usar (RUTF) y leche terapéutica en todas las localidades del estado.
Artículo original de UNICEF USA.
Sitio Fuente: UNICEF