Microbiota intestinal y enfermedades inflamatorias
CIENCIAS DE LA SALUD.
En los últimos años, la investigación científica ha arrojado nueva luz sobre un actor clave en nuestra salud que hasta hace poco era prácticamente ignorado: la microbiota intestinal.
Este ecosistema compuesto por billones de microorganismos que habitan nuestro tracto digestivo se ha revelado como un protagonista central en el desarrollo, progresión y posible tratamiento de diversas enfermedades inflamatorias crónicas, desde la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) hasta la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple.
Con los avances en técnicas de secuenciación genética y análisis metagenómico, estamos empezando a descifrar cómo la composición y función de la microbiota puede influir en la regulación del sistema inmunológico, abriendo la puerta a nuevas terapias basadas en microbiomas personalizados.
¿Qué es la microbiota y por qué importa?
La microbiota intestinal está formada por bacterias, arqueas, hongos y virus que coexisten en simbiosis con el cuerpo humano. Se estima que en el intestino habitan entre 100 y 150 veces más genes microbianos que genes humanos, lo que convierte al microbioma en un auténtico “órgano invisible” con funciones metabólicas, inmunológicas y neurológicas clave.
Cuando este delicado equilibrio se altera —un fenómeno conocido como disbiosis— pueden desencadenarse respuestas inflamatorias sistémicas que están siendo asociadas a una amplia gama de enfermedades.
Microbiota y enfermedades inflamatorias: vínculos respaldados por la ciencia.
1. Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII).
Numerosos estudios han demostrado que personas con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa presentan una diversidad microbiana intestinal reducida y un aumento de bacterias proinflamatorias como Escherichia coli. La disbiosis puede promover una respuesta inmune desregulada en la mucosa intestinal, perpetuando la inflamación.
2. Artritis Reumatoide.
Investigaciones recientes indican que ciertas especies bacterianas intestinales, como Prevotella copri, están asociadas a una mayor incidencia de artritis reumatoide. Estos hallazgos sugieren que la microbiota puede desencadenar respuestas autoinmunes, especialmente en individuos genéticamente predispuestos.
3. Esclerosis Múltiple.
Estudios en modelos animales y humanos han encontrado alteraciones específicas en la microbiota de pacientes con esclerosis múltiple. Algunas bacterias parecen modular la actividad de las células T reguladoras, fundamentales para evitar respuestas autoinmunes descontroladas.
4. Enfermedades metabólicas con componente inflamatorio.
Obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico también muestran vínculos con una microbiota alterada, que puede favorecer estados inflamatorios crónicos de bajo grado.
Avances terapéuticos: probióticos, prebióticos y trasplante fecal.
El auge del estudio del microbioma ha motivado el desarrollo de intervenciones terapéuticas dirigidas a restaurar el equilibrio microbiano. Entre ellas destacan:
- Probióticos de nueva generación: cepas diseñadas para modular la respuesta inmune o competir contra bacterias patógenas.
- Prebióticos específicos: compuestos no digeribles que promueven selectivamente el crecimiento de bacterias beneficiosas.
- Trasplante de microbiota fecal (FMT): una técnica prometedora que ha mostrado eficacia en infecciones por Clostridioides difficile y se estudia activamente para EII y otras enfermedades inflamatorias.
Hacia una medicina personalizada basada en el microbioma.
Los investigadores apuntan a un futuro en el que cada paciente podrá recibir un perfil personalizado de su microbiota, lo que permitiría detectar predisposiciones a enfermedades inflamatorias y diseñar terapias dirigidas. Empresas emergentes y centros de investigación en todo el mundo están desarrollando plataformas de diagnóstico y tratamientos basados en microbiomas, lo que abre un nuevo paradigma en la medicina de precisión.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings