Primera detección de un escurridizo fenómeno que podría resolver un misterio del Sol
ASTROFÍSICA.
Uno de los mayores misterios del Sol es cómo su atmósfera exterior, lo que se conoce como “corona solar”, alcanza temperaturas de millones de grados centígrados mientras que su superficie solo llega a unos 5.500 grados.
Representación gráfica de las ondas magnéticas retorcidas, captadas por sus efectos visibles, que, según todos los indicios, son las responsables del enorme calentamiento experimentado por la corona solar. En el círculo se muestra una ampliación de su estructura. Imagen: NSF / NSO / AURA / J. Williams
Las ondas de Alfvén, llamadas así en honor a Hannes Alfvén, ganador de un premio Nobel, quien predijo su existencia en 1942, son perturbaciones magnéticas que pueden transportar energía a través del plasma.
Una clase de estas ondas, caracterizadas por ser grandes y aparecer de forma aislada, viene siendo observada en el Sol desde hace tiempo. Esta clase de ondas de Alfvén suele estar vinculada a erupciones solares.
A una segunda clase de ondas de Alfvén, en este caso pequeñas y retorcidas y que están presentes en el Sol de manera constante, se la ha estado buscando desde la década de 1940, pero nunca se había conseguido observar directamente ondas de Alfvén de este tipo. Hasta ahora.
En un nuevo estudio, se ha obtenido la primera evidencia directa de la presencia en la corona solar de estas otras ondas de Alfvén pequeñas y retorcidas.
Por sus características especiales, estas otras ondas de Alfvén pueden explicar el citado calentamiento extremo de la corona solar.
El hallazgo lo ha hecho un equipo encabezado por Richard Morton, de la Universidad de Northumbria en el Reino Unido.
El descubrimiento ha sido posible gracias a observaciones con un nivel de detalle sin precedentes realizadas mediante el telescopio solar Daniel K. Inouye, ubicado en Hawái, Estados Unidos. Este telescopio, de la Fundación Nacional de Ciencia (NSF) de Estados Unidos, es el más potente de entre todos los del mundo especializados en observar el Sol.
El estudio se titula “Evidence for small-scale torsional Alfvén waves in the solar corona”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Astronomy.
Por: Redacción.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings