No quería embarazarme: cada vez más adolescentes terminan con un bebé en brazos
MUNDO JOVEN.
América Latina y el Caribe, entre las regiones con más altos niveles de embarazo adolescente.
Los padres de Mariana estaban muy orgullosos de ella, pues es una excelente estudiante y una chica muy sociable. Hace apenas dos meses que cumplió 15 años y para celebrarlo, organizaron una gran fiesta; lo que no saben es que Mariana tiene un novio con el que ha sostenido relaciones sexuales sin protección. Hace unos días ella se enteró que está embarazada y no sabe cómo enfrentar el problema.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), América Latina y el Caribe continúan siendo las subregiones con la segunda tasa más alta en el mundo de embarazos adolescentes.
Un informe realizado por ambas organizaciones, señala que la tasa mundial de embarazo adolescente se estima en 46 nacimientos por cada mil niñas, mientras que las tasas de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe continúan siendo las segundas más altas en el mundo, estimadas en 66.5 nacimientos por cada mil muchachas de entre 15 y 19 años.
Así, uno de cada cinco embarazos en México se registra en mujeres adolescentes menores de 20 años; además, una tercera parte de los embarazos en adolescentes son no planeados, precisó Alejandro Rosas Balán, especialista en gineco obstetricia y biología de la reproducción humana en el Instituto Nacional de Perinatología (INPer).
“No quería embarazarme”.
Durante su participación en el VIII Foro Académico sobre el Estudio del Embarazo Adolescente que organiza la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, subrayó que el 95 por ciento de las niñas embarazadas que se atienden en el INPer manifiestan que no querían embarazarse.
El especialista señaló que según un informe del INEGI de 2016, del 87 por ciento de las niñas embarazadas de 15 años que acuden a la escuela, sólo el 17 por ciento continúa con sus estudios, ya que el resto debe trabajar para cubrir las necesidades de su hijo.
Asimismo, señaló que entre 2010 y 2014 se registró una mortandad aproximada de 142 adolescentes embarazadas, lo que representó el 12.7 del total de muertes maternas.
Alejandro Rosas, quien es médico cirujano egresado de la UNAM, expuso que entre las consecuencias del embarazo adolescente, está el riesgo de morir durante el parto, el cual es dos veces mayor entre las mujeres de 15 a 20 años y cinco veces más alto para las menores de 15 años de edad.
Riesgos de un embarazo adolescente.
Existe además el riesgo de parto obstruido que es común entre las mujeres jóvenes físicamente inmaduras que dan a luz por primera vez; hay además un mayor peligro de presentar preeclampsia o enfermedad hipertensiva del embarazo, así como el riesgo de un parto prematuro.
Por otra parte, los hijos de adolescentes tienen de dos a siete veces más riesgo de sufrir bajo peso y complicaciones perinatales y neonatales. Las madres jóvenes son más vulnerables frente a problemáticas sociales como el rechazo de sus propias familias, discriminación, violencia doméstica y explotación, incluso sexual.
Es importante destacar que el INPer, cuenta con un protocolo de manejo de adolescentes embarazadas para su cuidado durante el período de gestación. Éste consiste, entre otros, en la elaboración de su historia clínica con exploración física e identificación de los factores de riesgo.
Con dicho protocolo, se ha logrado disminuir el parto pre término debido a que la asesoría nutricional y el tamizaje extensivo para múltiples infecciones han contribuido a que los bebés nazcan en término y saludables.
Educación para madres jóvenes.
A pesar de que los adolescentes dicen estar informados y que conocen los métodos anticonceptivos, se siguen embarazando. Por ello, es necesario tratar de educar a las madres adolescentes y abrir otras alternativas para brindar mayor información sobre el tema.
A su vez, Marlenne Bersabeth Molotla, directora académica del grupo Enrique Cerón, mencionó que se ha observado que en sectores socioeconómicos medio bajos y bajos es donde más prevalece el embarazo adolescente; sin embargo, esto no excluye que en niveles socioeconómicos medios y altos también se presente esta situación.
El tema del embarazo adolescente no es propiciado por un solo factor, sino por un conjunto de situaciones que lo han convertido en problema de salud pública a lo que se suma la discriminación, la exclusión y la falta de oportunidades.
Las jóvenes necesitan fortalecer la seguridad en sí mismas, ya que en muchas ocasiones sus embarazos están vinculados con hechos de violencia por parte de su pareja, así como el impedimento para utilizar anticonceptivos, esto, de acuerdo con estudios realizados por Marlenne Molotla y otros académicos.
El embarazo adolescente es prevenible, pero para ello, es necesario fortalecer la educación sexual e insistir en las consecuencias que un embarazo a temprana edad conlleva.
Por Isabel Pérez.
Sitio Fuente: Ciencia UNAM