¿Papas ilegales? Aquí te contamos por qué alguna vez las papas fueron prohibidas en Francia
HISTORIA DE LA GASTRONOMÍA.
Por más de dos décadas, las papas eran ilegales en Francia. Este nutritivo alimento era despreciado por toda la población francesa, donde se llegó a prohibirlas.
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Actualmente las papas son tan populares que hoy se celebra el Día Internacional de la Papa. Sin embargo, no siempre fue una comida tan querida. Existió un curioso momento en donde las papas fueron ilegales.
La papa llegó a Europa en el siglo XVI tras el descubrimiento de América. Su facilidad de ser cosechada y su sabor único generó una gran popularidad en varios países europeos pero, no en todos. La nación francesa recibió este cultivo con recelo y con mucha desconfianza.
¿Por qué los franceses no aceptaban las papas?
Luis XVI visitando el primer campo de patatas / Getty Images.
Existieron grandes prejuicios hacía el tubérculo. Los franceses tenían la creencia que la papa causaba enfermedades como la lepra que en ese momento era una de las infecciones más frecuentes del continente. Debido a que las papas pertenecen al grupo de las solanáceas, la población creía que eran igual de tóxicas que otras plantas de la misma familia, como la belladona.
A partir de 1748 el parlamento francés prohibió totalmente su cosecha. Sin embargo, tiempo después, un científico llamado Antoine-Augustin Parmentier, fue obligado a comer papas cuando estuvo prisionero en Prusia. Fue entonces que comprendió la injustificada reputación que le tenían los franceses a este alimento.
Cómo dejaron de ser ilegales.
Luego de ser liberado, Parmentier promovió fuertemente las papas mediante experimentos públicos e incluso consiguió que personas importantes las consumieran. En 1772 la Facultad de Medicina de Paris analizó la papa y determinó que era un producto nutritivo y comestible. Pero, a pesar de estos esfuerzos, la gente aún no se sentía segura.
Retrato de Antoine-Augustin Parmentier analizando cultivos / Getty Images.
El científico organizó cenas en donde figuras como Benjamin Franklin, Maria Antonieta y el rey Luis XVI estaban dispuestos a comer algún platillo hecho con papa. A partir de que la prohibición fue levantada, eventualmente las papas poco a poco se integraron a la dieta francesa.
Quince años después, el país sufrió una devastadora hambruna y aquellos que seguían recelosos de comer una papa, tuvieron que hacerlo. Y así, las papas pasaron de ser ilegales a convertirse en una comida sumamente atractiva.
Hoy en día las papas son uno de los cuatro alimentos más consumidos en el mundo, siendo Francia uno de los países principales que más las consume.
Este texto fue escrito por Emilio Flores Escalona, periodista comunicólogo apasionado por la reflexión, la política y la cultura. Colabora como redactor en National Geographic en Español.
Por: National Geographic.
Sitio Fuente: National Geographic en Español