5 consejos para combatir el sarro dental y mantener tu boca sana
CUIDADO DE LA SALUD.
El sarro dental es uno de los mayores enemigos de tu salud bucodental. Se forma cuando la placa bacteriana no se elimina correctamente y se endurece al entrar en contacto con los minerales de la saliva.
Una vez que aparece, no se va con un simple cepillado y puede provocar inflamación de encías, caries e incluso la pérdida de dientes si no se trata a tiempo. Por eso, prevenirlo y saber cómo actuar cuando ya está presente es fundamental para que mantengas una boca sana y una sonrisa bonita.
Mejora tu técnica de cepillado.
Puede que te cepilles los dientes todos los días, pero si no lo haces bien, el sarro acabará apareciendo. Lo ideal es cepillarte después de cada comida y dedicarle un mínimo de dos minutos, intentando llegar a todas las zonas: la parte exterior e interior de los dientes, la superficie de las muelas y, sobre todo, la línea que une el diente con la encía, donde el sarro suele empezar a acumularse.
Nuestra recomendación es que uses un cepillo de cerdas suaves y realices movimientos circulares, sin apretar demasiado. Cepillarte con fuerza no solo no limpia mejor, sino que puede dañar el esmalte y las encías. Si mantienes una rutina constante y con buena técnica, verás cómo mejoras notablemente la limpieza de tu boca y reduces la acumulación de sarro.
Usa hilo dental todos los días.
Otro consejo sobre cómo quitar el sarro de los dientes es usar hilo dental. Aunque te cepilles bien, hay zonas a las que el cepillo no llega, como los espacios entre los dientes. Es precisamente ahí donde suelen acumularse restos de comida y placa bacteriana que, si no eliminas, acaban convirtiéndose en sarro. Por eso, el hilo dental es imprescindible en tu rutina de higiene diaria.
Si nunca lo has usado, al principio puede resultarte incómodo, pero en cuanto te acostumbres, notarás una gran diferencia. Al pasarlo entre los dientes con suavidad, estarás eliminando esa placa invisible que se acumula en zonas estrechas y difíciles.
Hazte una limpieza profesional.
Una vez que el sarro se ha formado, los remedios caseros no suelen ser suficientes para eliminarlo por completo. En ese momento, lo mejor que puedes hacer es acudir a tu dentista para una limpieza profesional. Durante la visita, utilizará instrumentos especiales para eliminar el sarro sin dañar tus dientes ni tus encías, y dejará tu boca completamente limpia.
Lo recomendable es que te hagas esta limpieza al menos una vez al año, o dos si tiendes a acumular más sarro. Además, así aprovechas para que el profesional revise el estado general de tu boca y detecte cualquier problema antes de que se complique.
Cuida lo que comes y bebes.
La dieta también influye en la formación del sarro. Cuantos más azúcares, almidones y bebidas ácidas consumas, más fácil será que las bacterias se acumulen y formen placa. Esa placa, si no la eliminas bien, acaba endureciéndose y convirtiéndose en sarro.
Reduce los refrescos, dulces y productos procesados, y apuesta por frutas y verduras como manzanas o zanahorias, que ayudan a limpiar los dientes de forma natural. Y no te olvides de beber agua durante el día, que, además de hidratarte, arrastra restos de comida y ayuda a mantener tu boca equilibrada.
Apóyate en un buen colutorio.
Aunque no sustituye ni al cepillado ni al hilo dental, ayuda a llegar a zonas difíciles y reduce la presencia de bacterias en la boca. Eso sí, elige un colutorio que esté formulado para prevenir la formación de sarro.
Nuestra recomendación es que lo uses después del cepillado y evites enjuagarte con agua inmediatamente, para que sus ingredientes tengan más tiempo de actuar. Notarás cómo te deja una sensación de frescor y limpieza más duradera.
En definitiva, prevenir la formación de sarro y mantenerlo a raya depende, sobre todo, de ti. Y ya sabes, una sonrisa bonita empieza siempre por una boca cuidada.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings