Apósitos activables con luz solar para combatir infecciones bacterianas
CIENCIAS DE LA SALUD Y TECNOLOGÍA.
Unos científicos han creado un nuevo material al combinar compuestos organometálicos con celulosa. El resultado es una sustancia porosa que se activa con la luz solar y que se aplica sobre las heridas, como una especie de tirita, para reducir el crecimiento bacteriano.
El material reacciona a la luz solar y crea moléculas que combaten la proliferación de bacterias. Imagen: ICMM / CSIC.
El logro es obra de un equipo integrado, entre otros, por Joab D. Guerrero, Margarita Darder y Javier Pérez-Carvajal, los tres del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España.
Este avance muestra el potencial de los compuestos fotosensibles para combatir los problemas derivados de la resistencia a los antibióticos.
"Los materiales fotosensibles son una solución prometedora para abordar el problema de la resistencia bacteriana mediante la terapia antimicrobiana fotocatalítica", señala Margarita Darder. Los materiales fotocatalíticos son aquellos que reaccionan cuando reciben luz solar, produciendo un tipo de moléculas con la capacidad de erradicar una amplia gama de patógenos, sin necesidad de usar ningún antibiótico.
Para crear este material, el equipo del ICMM ha trabajado con una clase de materiales conocidos como armazones organometálicos (MOFs por sus siglas en inglés). Se trata de materiales cristalinos y porosos creados a partir de átomos metálicos y moléculas orgánicas. "Hemos usado un MOF basado en titanio, que es biocompatible y no tiene toxicidad significativa", explica Javier Pérez-Carvajal.
Este MOF, que tiene un tamaño nanométrico (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro), ha sido combinado con celulosa, un material completamente renovable, biodegradable, biocompatible y fácilmente adaptable a cada necesidad específica: "Hemos logrado un material que, cuando lo fabricamos como una película o apósito, es flexible y transparente", añade Pérez-Carvajal.
Una vez fabricado el material, este se coloca sobre cualquier herida e interacciona con la luz solar de forma autónoma: "Vemos un aumento de la inhibición del crecimiento bacteriano tras una modificación química del MOF que lo hace más activo bajo luz solar", destaca Darder, que puntualiza que el apósito no evita el crecimiento bacteriano, pero sí lo reduce.
En concreto, para comprobar su efectividad, el equipo del ICMM lo ha probado contra la Staphylococcus aureus, la bacteria que causa la mayoría de las infecciones por estafilococo: "La reducción del crecimiento bacteriano es superior al 50% bajo luz visible", detalla Darder. Además, Pérez-Carvajal añade que los poros del MOF permitirían insertar en el material alguna clase de medicamento, "lo que podría potenciar aún más su actividad antibacteriana".
"Los resultados de este ensayo preliminar demuestran la aplicabilidad de los materiales desarrollados en la terapia antimicrobiana fotocatalítica", celebran los investigadores.
El estudio se titula “Modulated Optoelectronic Properties of MOF/CNF Bionanocomposite Films for Bacterial Growth Control under Visible Light”. Y se ha publicado en la revista académica ACS Applied Materials & Interfaces. (Fuente: ICMM / CSIC)
Sitio Fuente: NCYT de Amazings