Un pequeño gusano nos enseña a regenerar estructuras corporales

CIENCIAS DE LA VIDA / GENÉTICA.-

Una diminuta criatura ofrece información sobre la reparación de tejidos: podría aplicarse en el futuro en los seres humanos.

Gusanos planos: ¿pueden desvelar el secreto para regenerar tejidos y estructuras corporales? / Crédito: Instituto Stowers.

Los científicos descubrieron que las células madre de los gusanos planarios ignoran a sus vecinas más cercanas y, en cambio, responden a señales más lejanas en el cuerpo. Este hallazgo podría ayudar a explicar la extraordinaria capacidad de regeneración del gusano plano y ofrecer pistas para el desarrollo de nuevas formas de reemplazar o reparar tejidos en humanos.

Un equipo de investigadores del Instituto Stowers, en Estados Unidos, ha descubierto que el planario, un diminuto gusano plano conocido por su asombrosa capacidad regenerativa, desafía una idea central de la biología de las células madre: en lugar de obedecer órdenes de sus vecinos inmediatos, muchas de estas células responden a señales que vienen de tejidos distantes, como por ejemplo el intestino.

El nuevo estudio, publicado en la revista Cell Reports, abre preguntas sobre cómo los organismos coordinan la reparación de tejidos, y podría ofrecer pistas para futuras terapias regenerativas, incluso en seres humanos.

Dos mecanismos paralelos de comunicación.

Los investigadores aplicaron técnicas genéticas de última generación para mapear qué genes se activan en células individuales y en las células que las rodean dentro del tejido. Esa resolución espacial les permitió identificar no solo las células madre (neoblastos), sino también tipos vecinos sorprendentemente diversos, incluyendo una célula gigante con múltiples proyecciones a la que denominaron “hecatonoblasto”. A la inversa de lo esperado, esas células próximas no parecían dictar el destino de los neoblastos.

De acuerdo a una nota de prensa, la lección más notable fue que las instrucciones más fuertes sobre qué deben hacer las células madre durante la regeneración provienen de células intestinales, ubicadas muchas veces a grandes distancias. Esto significa que la comunicación entre tejidos funciona a dos niveles: interacciones locales que regulan respuestas inmediatas y señales “globales”, que reprograman la respuesta cuando el organismo sufre una pérdida mayor, como por ejemplo la amputación de la cabeza.

¿Se puede replicar en humanos?

Este modelo, que deja en evidencia un comportamiento dinámico y no necesariamente físico, ayuda a explicar cómo un fragmento minúsculo de gusano planario puede reconstruir a un animal entero. Aunque nuestras células madre están más restringidas que las de los planarios, en el marco de una limitación que nos protege de crecimientos descontrolados y anómalos, como por ejemplo sucede en el cáncer, entender las reglas que permiten la pluripotencia y la coordinación a larga distancia puede inspirar nuevas estrategias para promover la reparación tisular.

Los autores sugieren que si se logra imitar o modular señales semejantes en humanos, sería posible mejorar la regeneración de órganos o la reparación después de lesiones severas. Investigaciones adicionales deberán determinar qué componentes moleculares transmiten esas señales y cómo controlarlas sin provocar una proliferación desmedida y riesgosa.

Por: Pablo Javier Piacente / T21.

Sitio Fuente: Levante / Tendencias21