Super Hongos. Atacantes silenciosos del ser humano

CIENCIAS DE LA VIDA.-

Los hongos resistentes a los tratamientos disponibles son una amenaza creciente para la salud pública.

¿Alguna vez has tenido pie de atleta? Si es así, probablemente estuviste luchando contra una infección causada por hongos. Estos organismos están en todas partes y, aunque algunos son inofensivos, otros pueden causar infecciones conocidas como micosis, que son superficiales en la piel y las uñas hasta aquellas que son más graves y pueden ser potencialmente mortales. 

Un estudio hecho por el Ministerio de Salud en Italia recalcó que, en los últimos años, la resistencia a los antifúngicos ha emergido como una amenaza creciente para la salud pública mundial. Con opciones terapéuticas limitadas contra infecciones fúngicas invasivas, la aparición de hongos resistentes complica no solo el tratamiento clínico, sino que incrementa la mortalidad y los costos de atención sanitaria. 

Hongos en la naturaleza y en nuestra salud.

Los hongos son organismos que pueden existir en diversas formas —como levaduras o mohos— y están presentes en una gran variedad de ambientes. Si bien, son esenciales para muchos procesos ecológicos, como la descomposición de materia orgánica, algunos tienen la capacidad de causar enfermedades en los seres humanos.

Los padecimientos que provocan son conocidos como infecciones fúngicas o micosis. Se producen cuando los hongos encuentran una oportunidad para invadir el cuerpo humano, ya sea a través de heridas en la piel, la inhalación de esporas o el uso de dispositivos médicos. Un ejemplo es el pie de atleta, causado por el hongo Trichophyton rubrum, que se reproduce en ambientes húmedos.

El uso prolongado e indiscriminado de antibióticos puede alterar el equilibrio de la microbiota en el cuerpo, facilitando que los hongos proliferen sin control. Este es el caso de las infecciones en zona genital por Candida, que suelen ocurrir tras un tratamiento con antibióticos.

También pueden ser adquiridas del medio ambiente, como Aspergillus, que puede ser inhalado por personas con un sistema inmune débil, causando infecciones respiratorias graves como la neumonía, daño pulmonar permanente, en incluso, pueden esparcirse al cerebro o a los riñones y ser potencialmente mortales.

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¿Por qué algunos hongos sobreviven a los medicamentos?

Una investigación, realizada en 2023 por especialistas de instituciones médicas y académicas de Arabia Saudita, explica que la resistencia a los antifúngicos ocurre cuando los hongos encuentran formas de defenderse y sobrevivir a los medicamentos. Algunos como Candida auris y Aspergillus fumigatus, se han vuelto cada vez más resistentes a estos tratamientos, lo que reduce las herramientas efectivas para tratarlos. . 

¿Cómo lo hacen? Los hongos pueden desarrollar resistencia a los tratamientos antifúngicos mediante mecanismos que les permiten sobrevivir.

1. Modificación del objetivo del medicamento: los hongos alteran la forma del objetivo que el antifúngico ataca. Es como si un enemigo en un videojuego cambiara de forma, haciendo que las armas fallen. Así, el medicamento no se une al microorganismo y no logra detenerlo. 

2. Sobreexpresión del objetivo: producen más cantidad de la enzima que el medicamento bloquea. Imagina duplicar defensas en un juego: aunque algunas enzimas sean inhibidas, otras seguirán en funcionamiento, permitiendo que el hongo sobreviva. 

3. Bombas de expulsión de fármacos: usan "bombas" (transportadores de eflujo) para expulsar los medicamentos de sus células, como una puerta secreta que elimina amenazas antes de que actúen. 

4. Alteración de la síntesis de la pared celular: modifican genes clave para fortalecer su pared celular. Es como reforzar los muros de un castillo contra ataques, reduciendo la eficacia de fármacos como las equinocandinas. 

5. Formación de biofilms: crean estructuras protectoras (biofilms) cubiertas de una sustancia pegajosa, como escudos. Esto es común en dispositivos médicos (ejemplo: catéteres).

6. Uso inadecuado de los antifúngicos tanto en medicina como en agricultura: las aplicaciones prolongadas sin supervisión y el uso agrícola de fungicidas azólicos pueden generar resistencia cruzada en el ambiente y luego afectar a las infecciones humanas.

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¿Cómo derrotarlos?

Existen algunas recomendaciones para combatir la resistencia y eliminarlos:

Usar antifúngicos solo cuando sea necesario. Los médicos deben recetar medicamentos solo después de confirmar que hay una infección por hongos. Así se evita usarlos de forma innecesaria y que se vuelvan más resistentes. 

Aplicar la dosis correcta y completar el tratamiento. Es vital seguir al pie de la letra las indicaciones del médico: tomar la cantidad exacta de medicamento y no abandonar el tratamiento antes de tiempo. Si se interrumpe, algunos hongos pueden sobrevivir y volverse más fuertes. Esto provoca que se deba reiniciar el tratamiento y aumentar la exposición.

Limitar el uso de fungicidas en la agricultura. Algunos productos químicos usados en la agricultura son similares a los antifúngicos para humanos. Su uso excesivo puede hacer que los hongos se adapten y desarrollen resistencia. En caso de que una persona se infecte, puede comprometerse la eficacia de los medicamentos que se emplean en el tratamiento.

Aunque no se habla mucho al respecto,  la aparición de súper hongos resistentes es un problema global que reduce la eficacia de los tratamientos existentes, aumentando las tasas de mortalidad y los costos relacionados con las infecciones fúngicas. Para enfrentar este desafío, es esencial implementar un enfoque hacia el uso correcto de antifúngicos. 

La educación y sensibilización de profesionales de la salud, pacientes y comunidades son cruciales para prevenir la resistencia y asegurar la efectividad de las terapias actuales para proteger la salud de las futuras generaciones. 

Autores: Mario Alberto Ramírez González , Diego Ontiveros Ramírez, Laura Yazmin Cabrera Romero, Departamento de Medicina y Nutrición, Universidad de Guanajuato/Agustín Ramiro Urzúa González, Manuel José Rivera Chávez, Unidad de Cuidados Intensivos, Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío.

Sitio Fuente: Ciencia UNAM