Desentrañan el misterioso fin de la civilización del valle del Indo

ANTROPOLOGÍA E HISTORIA / ARQUEOLOGÍA.-

La civilización del valle del Indo fue una de las primeras culturas urbanas, que existió hace entre 5000 y 3500 años en torno al río Indo y sus afluentes, en lo que hoy es Pakistán y el noroeste de la India.

En su apogeo, hace entre 4500 y 3900 años, esta civilización se caracterizó por ciudades avanzadas y sofisticados sistemas de gestión del agua. Sin embargo, las razones de su lento pero inexorable declive tras ese auge no han estado claras.

Esqueleto analizado por el equipo de Vasant Shinde. Foto: Vasant Shinde / Deccan College Post Graduate and Research Institute

Un equipo integrado, entre otros, por Hiren Solanki y Vimal Mishra, del Instituto Indio de Tecnología de Gandhinagar, se propuso desentrañar este misterio.

Los autores de esta nueva investigación realizaron simulaciones de las condiciones climáticas imperantes hace entre 5000 y 3000 años en distintos sectores de la región que estuvo ocupada por la civilización del valle del Indo.

Combinaron los resultados de estas simulaciones con datos de diversas mediciones indirectas de las condiciones climáticas pasadas, incluyendo la geoquímica de estalactitas y estalagmitas en dos cuevas de la India y los registros del nivel de agua de cinco lagos en el noroeste de la India.

A partir de esto, los autores del estudio identificaron un aumento de temperatura de aproximadamente 0,5 grados centígrados durante el período y una disminución de la precipitación media anual en la región de entre el 10% y el 20%. También identificaron cuatro sequías prolongadas hace entre 4450 y 3400 años, cada una con una duración de más de 85 años y que afectaron a un porcentaje de entre el 65  y el 91 por ciento del territorio ocupado por la civilización.

Los autores del estudio creen que estas sequías influyeron en la elección de la ubicación de los nuevos asentamientos de la civilización del valle del Indo. Hace entre 5000 y 4500 años, los asentamientos se concentraban en zonas con mayor pluviosidad. Sin embargo, a partir de hace 4500 años, los asentamientos se desplazaron hacia las proximidades del río Indo, probablemente a medida que las sequías comenzaron a afectar la disponibilidad de agua. La última sequía identificada, de 113 años de duración, hace entre 3531 y 3418 años, coincide con evidencias arqueológicas de una importante desurbanización en la civilización del valle del Indo. Los autores del estudio han llegado a la conclusión de que esta civilización probablemente no se desmoronó repentinamente como resultado de una catástrofe climática específica, sino que decayó lentamente, siendo las sequías prolongadas el factor más importante.

El estudio se titula “River drought forcing of the Harappan metamorphosis”. Y se ha publicado en la revista académica Communications Earth & Environment.

La otra parte del misterio sobre el fin de la civilización del valle del Indo, la de si su población tuvo o no continuidad y, en caso de tenerla, a dónde emigró dicha población o los descendientes de esta, fue resuelta en un estudio de 2019, a cargo de un equipo encabezado por Vasant Shinde, del Departamento de Arqueología del Instituto de Postgrado e Investigación del Deccan College en Pune, India.

En aquel estudio, se secuenció con éxito el primer genoma de una persona de la civilización del valle del Indo. El ADN, que pertenece a un individuo que vivió hace cuatro o cinco milenios, sugiere que la población autóctona actual de la India desciende en buena parte de personas de esa antigua civilización, la cual fue descubierta en 1921 a partir de unas excavaciones en el yacimiento arqueológico de Harappa, en Pakistán.

Los resultados del estudio de 2019 también aportaron datos nuevos y reveladores sobre cómo comenzó la agricultura en el sur de Asia, demostrando que no fue traída por un movimiento a gran escala de personas desde la Media Luna Fértil, donde surgió por primera vez. En vez de eso, en el sur de Asia la agricultura comenzó cuando los cazadores-recolectores locales la adoptaron.

Ese estudio se titula “An Ancient Harappan Genome Lacks Ancestry from Steppe Pastoralists or Iranian Farmers”. Y se publicó en la revista académica Cell.

Por: Redacción.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings