Reciclar el plomo de las baterías de los coches es una realidad que salva vidas

CIENCIA DE LOS MATERIALES.-

Aunque no es uno de los metales más abundantes en la corteza terrestre (el aluminio sigue siendo el principal), sí es muy frecuente.

Los antiguos griegos y romanos ya conocían la existencia del plomo, un material pesado y azulado cuyo bajo punto de fusión lo hace tan popular en la industria. Actualmente, las baterías de plomo-ácido se utilizan en la fabricación de placas solares. Estas baterías también están presentes en la mayor parte de los vehículos eléctricos, tal y como señalan Mão de Ferro (ingeniero portugués) y la Comisión Europea, que afirma que un pedazo de plomo sobre una sartén bien calentada se reblandece en un momento.

Casi todos los residuos que genera España son de origen mineral. (Fuente de la información: RETEMA, Revista Técnica de Medioambiente)

China y Australia lideran la producción de plomo a nivel mundial. Con todo y con eso, España tampoco se queda fuera de este mercado: en plena pandemia (año 2019), el plomo en nuestro país alcanzó el pico de la última década (así lo muestra una gráfica publicada por Statista Research Department). Sin embargo, a pesar de sus bondades —que hacen que, al margen de su peligrosidad, se siga recurriendo a él—, el plomo entraña riesgos para la salud pública y el medioambiente. Por este motivo, es tan importante el reciclaje de baterías de este tipo; algo que no sólo es complicado para el ciudadano particular, sino que igualmente es difícil para las industrias que trabajan con ellas en su día a día.

Afortunadamente, existen empresas que se han especializado en recoger baterías de plomo-ácido inútiles, triturarlas, separar el plomo y, posteriormente, fundirlo. De este modo, Derichebourg España consigue plomo puro y aleaciones a partir del reciclaje de estas baterías. Con este metal y sus aleaciones se pueden fabricar nuevas baterías para «alimentar la electrónica del coche» (por ejemplo), que es uno de los usos que, según Mão de Ferro, se le da al plomo actualmente.

Casi todos los residuos que genera España son de origen mineral.

¿Quién contamina con plomo el medioambiente?

Debido a su maleabilidad, y a la facilidad con la que pasa de estado sólido a líquido (necesita una temperatura de 327,4 ºC), el plomo ha sido tradicionalmente utilizado para fabricar cubiertos y recipientes. Sin embargo, su alta toxicidad —las personas fallecían por saturnismo— ha impedido que, en el siglo XXI, se siga usando con este propósito. En su lugar, combinado con ácido sulfúrico, hoy día es un componente esencial de muchas baterías. Aunque algunas opciones utilizan el litio como alternativa, el plomo sigue conservando su amplia popularidad: supone un ahorro económico que otras opciones no pueden garantizar.

La OMS explica que la contaminación por plomo se debe, sobre todo, a sectores relacionados con la minería, la metalurgia y la fabricación industrial, que la Universidad Europea Miguel de Cervantes define como los procesos en los que las materias primas se convierten en un producto final. Por definición, las baterías de plomo-ácido estarían incluidas en este ámbito.

En cuanto a sus usos, la Organización Mundial de la Salud comenta que el plomo también está en algunas pinturas, vajillas de cristal, artículos de joyería, tuberías (en las antiguas)..., pero enfatiza que este metal se concentra principalmente en las «baterías de plomo-ácido para vehículos de motor».

Esto es lo que pasa cuando no se reciclan las baterías de plomo.

Si las baterías de plomo no se reciclan adecuadamente, van a parar a los vertederos. Aunque, en España, la tendencia que se pretende implementar de ahora en adelante consiste en reemplazar estos enormes depósitos de basura por plantas de reciclaje donde separar los residuos eficientemente, por ahora, sigue habiendo vertederos que, como hizo en su día el de Alcalá de Henares, acumulan los residuos en un agujero de dimensiones considerables practicado en tierra. Entre capa y capa de tierra, el personal de los vertederos superpone montañas de basura que no pasan por ningún proceso de reutilización.

En un contexto tan alarmante como éste, el reciclaje de las baterías de plomo-ácido permitiría darle una oportunidad más al plomo que se extrae de las baterías ya agotadas. Esto permite reducir el número de residuos (las nuevas baterías estarían fabricadas con el plomo procedente de las antiguas). Además, también fomenta la economía circular: el plástico de la caja de la batería se aprovecha, igual que el plomo (que representa en torno al 90 % de la batería) y el electrolito (una solución de ácido sulfúrico y agua que permite el flujo de iones entre el cátodo y el ánodo de la batería).

Entre las diez sustancias químicas más peligrosas.

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales de Colombia ha compartido un dato bastante llamativo sobre la viabilidad de reciclar baterías de plomo-ácido: el 99 % de las baterías usadas se puede reciclar y reutilizar. Estas dos acciones, junto a una recuperación eficiente de estas baterías con empresas como Derichebourg España, evitarían contaminar cultivos y agua que, de ser consumidos, causarían una intoxicación por plomo (saturnismo) especialmente grave en los niños.

De hecho, la OMS considera que el plomo es una de las diez sustancias químicas más peligrosas del mundo. Su coste barato lo convierte en una buena opción para los fabricantes y, por ende, para los consumidores. Pero su peligrosidad hace de las baterías agotadas residuos que conviene tratar con sumo cuidado, siempre bajo la supervisión de profesionales con los conocimientos y recursos adecuados para su reciclaje y reutilización.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings